‘Al borde’ de la sordera
Mil millones de jóvenes pueden sufrir daños auditivos irreparables por escuchar música muy alta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aproximadamente la mitad de las personas entre 12 y 35 años en países con ingresos medios o altos se exponen a niveles sonoros fuertes por el uso de aparatos personales, y un 40 por ciento a niveles potencialmente dañinos en lugares de entretenimiento.
Cecilia VázquezMil millones de jóvenes pueden sufrir daños auditivos irreparables por escuchar música muy alta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aproximadamente la mitad de las personas entre 12 y 35 años en países con ingresos medios o altos se exponen a niveles sonoros fuertes por el uso de aparatos personales, y un 40 por ciento a niveles potencialmente dañinos en lugares de entretenimiento.
“A medida que viven sus vidas haciendo lo que disfrutan a diario, más y más personas jóvenes se colocan a sí mismas en riesgo de pérdida auditiva”, dijo Etienne Krug, director del Departamento de Manejo de Enfermedades no Transmisibles, Discapacidad y Prevención de Violencia y las Lesiones de la OMS.
“Deberían estar conscientes de que una vez que pierdes el oído, no volverá”, advirtió Krug, “tomar simples acciones preventivas permitirá a las personas continuar disfrutando sin poner su oído en riesgo”.
La OMS señala que escuchar con seguridad depende de la intensidad del sonido y la duración y frecuencia en que se escuche. La exposición a ruidos fuertes puede resultar en pérdida temporal del oído o tinnitus, una sensación de timbre en el oído.
Más del 5 por ciento de la población mundial sufre de esta condición, es decir 328 millones de adultos y 32 millones de niños. Esto se debe a enfermedades infecciosas, herencia, medicamentos, ruido, envejecimiento o complicaciones en el parto.
Debido a que la mitad de los casos de pérdida del oído pueden evitarse con prevención, la OMS lanzó la campaña “Make listening safe”, y conmemora el Día Internacional del Cuidado del Oído, que se celebra hoy.
Y recomienda que en los lugares de trabajo el ruido no supere los 85 decibeles y no se exponga a las personas a más de 8 horas del mismo. En un bar o evento deportivo, donde el ruido alcanza los 100 decibelios, no se debe permanecer por más de un cuarto de hora al día.
Además sugiere que se regule por parte del gobierno el ruido en los lugares públicos, discos y bares.