Una de las principales metas de la agrupación AKT Ando es crear colores nuevos en las tesituras sonoras, esto lo logra al reflejar la diversidad de los integrantes de la banda, así como sus distintas culturas y procedencias. Desde Suiza, Francia, Grecia, Colombia, Serbia y Venezuela, la agrupación se ha dejado llevar por sus principales gustos musicales al mezclar múltiples géneros como el jazz, el hip hop, la guajira y la salsa, consiguiendo así un cóctel lírico innovador.
Esta mezcla sonora de ritmos latinoamericanos y acústicos son aderezados con un mensaje universal de humanidad y paz, además, hacen una fusión en sus letras que transitan entre los idiomas inglés, español y francés.
La agrupación se unió gracias al pianista y compositor francés Jérom Gloppe, quien, cuenta a Reporte Índigo, que la idea surgió hace cuatro años cuando estaba estudiando piano en el Conservatorio de Música de Nueva York.
“Durante ese tiempo escribí muchos temas y, al final, me dije que tenía que probar con algo nuevo. Como viví en Bogotá, Colombia, durante dos años, quería mezclar la cultura sudamericana con el hip hop y muchas cosas, pero sobre todo crear un color nuevo, esa es la idea de AKT Ando”, relata.
Esta vivencia le permitió conocer a muchos músicos, quienes tenían la misma inquietud de generar algo innovador y fresco que, con sus canciones, además de hacer bailar a la gente tuvieran una reflexión y recibieran un mensaje más profundo.
Los integrantes de AKT Ando
AKT Ando está conformado por dos cantantes: Branko Milojkovic (Serbia), de hip hop; Pablo Watusi (Colombia), de swing latino; además del saxofonista y arreglista Felipe Cárdenas (Colombia); el percusionista Edwin Cárdenas (Venezuela); en el bajo Dimitris Christopoulos (Grecia) y el pianista Jérome Gloppe (Francia)
Una pandemia creativa
Su forma de componer era, antes de la pandemia, reunirse en un estudio y hacer una lluvia de ideas, unir sonoridades, y mezclar las letras del cantante de hip hop Branko, para que, al final, el arreglista y saxofonista colombiano Felipe Cárdenas se encargara de dirigir el proyecto, así el álbum se nutría con una coherencia rítmica.
Sin embargo, la pandemia modificó sus dinámicas de composición y se tuvieron que adecuar a un nuevo sistema en el que cada uno, en sus hogares, adecuara un estudio para grabar y enviara sus composiciones. Esto se ve reflejado en el nuevo álbum Carretera menos transitada, el cual, de acuerdo con Jerome, se trata de un disco más consolidado y acorde a las necesidades y objetivos de la banda.
“El álbum cuenta con mucho trabajo de escritura y composición. Hay una pieza que se llama “Lockdown”, justo por la pandemia no quise que nos quedáramos sin hacer nada, cada uno grabó desde su casa y tuvimos un resultado interesante de ese experimento; “Mon´ks feel” es un homenaje al pianista de jazz Thelonious Monk y “Watch Out” tiene arreglos de salsa en el que se habla que estamos en un mundo tan raro por el virus en el que no sabemos realmente qué pasará, hay mucha incertidumbre y todos esos sentimientos están reflejados en la canción”, agrega Jérom.
Otra de las piezas que acompañan a su tercer álbum es “Guajira”, con la que, confiesa, les costó un poco más de trabajo, pues el rapero de la banda, al ser inglés, no entendía mucho sobre la cultura sudamericana; no obstante, lejos de que sea un obstáculo, el pianista narra que estas experiencias son retos musicales que los retroalimentan como agrupación y hacen que crezcan sus conocimientos, porque los músicos de ahora, a su parecer, deben ser versátiles.
Jérome opina que la banda se encuentra en un momento de crecimiento, además, a pesar de que los escenarios internacionales están cerrados, mucha gente se está interesando en su propuesta musical, y gracias a la virtualidad están logrando un mayor alcance.
“Si eres buen músico debes saber interpretar muchos géneros como bossa nova, jazz o salsa, todo lo que se pueda. Para mí no fue un gran problema, aunque sí me costó un poco la salsa, acá en Suiza se baila mucho, también tuve la oportunidad de tocar en una agrupación por tres años, entonces, viajamos mucho y por eso aprendí sobre los diferentes instrumentos y ritmos de la salsa. Algo que se puede escuchar en el nuevo álbum y marcará el futuro de la banda”, abunda.
La composición desde casa
Al inicio fue un proceso complicado, pero ahora, en su casa ya cuenta con teclados y un piano para poder componer nuevas piezas, y trabajar más, tanto en sus plataformas digitales como redes sociales para estar en contacto con sus escuchas.
Este momento de introspección que se desarrolló durante el confinamiento, le ha dado la oportunidad de llevar más allá su capacidad de composición, explorar nuevas tesituras y alcances sonoros, así como planear la versión acústica de las canciones de AKT Ando.
“Conocí a muchos músicos en las redes sociales y ahora me doy cuenta que estamos más abiertos, yo me siento más receptivo para trabajar con ellos. Yo creo que estamos generando nuevos lazos”, explica.
Este camino no pudo haberse dado sin su pasión y amor por la música, con los cuales, al inicio puede ser una relación complicada, platica, pero cuando se encuentra esa libertad creadora la interpretación e imaginación es infinita.
“Para ser buen músico hay que practicar cada día, yo siempre quiero mejorar porque la música es un placer, cuando uno está aprendiendo puede ser difícil, pero con los años se disfruta. La música para mí es un placer de poder expresar sentimientos, a través de una melodía, una canción y una historia. A veces hay muy buenos músicos que tocan excelente, son virtuosos, pero no transmiten tanto, desde mi perspectiva, siempre intento comunicar algo positivo y lograr conectar con el público siendo lo más fiel posible”, afirma Jérome Gloppe.
En conexión
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