Un agujero negro, hasta ahora pacífico en el centro de una galaxia situada a una distancia de 800 millones de años luz, ha sorprendido a los astrónomos al entrar en erupción de forma repentina, emitiendo penachos de gas cada 8.5 días antes de regresar a su estado inactivo.
Este fenómeno, conocido como “hipo periódico“, representa un comportamiento sin precedentes en agujeros negros, desafiando las concepciones anteriores sobre estos misteriosos objetos cósmicos.
Es importante destacar que debido a su inmensa distancia de nuestra galaxia, este fenómeno no representa ningún riesgo para la vida en la Tierra.
Investigadores señalan que la causa probable detrás de este inusual episodio involucra la presencia de un segundo agujero negro más pequeño orbitando alrededor del agujero negro central, impactando periódicamente su disco de gas.
Los hallazgos, publicados en la revista Science Advances, sugieren que la estructura de los discos de acreción alrededor de agujeros negros puede ser más diversa de lo que se creía anteriormente.
Esta investigación, liderada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en colaboración con instituciones en la República Checa, Italia y Gran Bretaña, revela la posibilidad de la existencia de sistemas binarios de agujeros negros en el universo.
¿Cómo descubrieron este fenómeno en el agujero negro?
El descubrimiento se basó en observaciones realizadas por la red de telescopios robóticos ASAS-SN, que detectó un estallido de luz en una galaxia distante en diciembre de 2020.
La posterior investigación, dirigida por el telescopio Nicer de la NASA a bordo de la Estación Espacial Internacional, reveló patrones inusuales en las emisiones de rayos X de la galaxia, sugiriendo la presencia de un compañero más pequeño orbitando el agujero negro central.
El Dr. Dheeraj R. Pasham del MIT, quien desempeñó un papel clave en el descubrimiento, destacó la importancia de la colaboración internacional en la comprensión de estos fenómenos cósmicos sin precedentes.
Según Pasham, el comportamiento observado podría ser el resultado de un “sistema David-Goliat”, donde un agujero negro de masa intermedia orbita alrededor de uno supermasivo, desencadenando eventos periódicos de emisión de gas.
Este descubrimiento desafía las teorías actuales sobre la evolución y el comportamiento de los agujeros negros, abriendo nuevas vías de investigación sobre la naturaleza de estos objetos celestes.
¿Qué es un agujero negro?
Imagina que un agujero negro es como un monstruo en el espacio que tiene tanta gravedad que ni siquiera la luz puede escapar de él. Piensa en la gravedad como una especie de fuerza que atrae las cosas hacia sí misma. Los agujeros negros son como aspiradoras gigantes en el espacio que succionan todo a su alrededor, incluso la luz.
Cuando una estrella grande muere, puede colapsar bajo su propia gravedad y convertirse en un agujero negro. La parte central de la estrella se vuelve tan densa y pesada que crea un campo gravitatorio súper fuerte. Esa es la razón por la que los agujeros negros son tan oscuros, porque nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ellos una vez que están atrapados en su atracción gravitatoria.
Es como si fuera un agujero en el espacio donde todo desaparece, incluso la luz, y por eso no podemos verlos directamente. Sin embargo, podemos detectar su presencia observando cómo afectan a las estrellas y el gas a su alrededor.
Con información de EFE