El agua es de todos y para todos. Si hoy te bañaste y tardaste más de lo normal dejando caer el chorro de agua sin cesar, tal vez es porque no tienes idea de lo que significa el desperdicio de agua, tanto para México como para el mundo.
Y el problema no sólo radica en la falta de cultura de ahorro y sustentabilidad, también está en la pobre infraestructura que hay en gran parte del país.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México está entre los países con mayor desperdicio de agua. De hecho, en la capital se pierde más del 40 por ciento por fugas.
La OCDE determinó que gran parte del desperdicio se debe a que la infraestructura es vieja y en algunos casos se encuentra en abandono.
“Una infraestructura vieja, obsoleta (o la falta de ella) es el factor que más afecta (hasta en un 92 por ciento) a un adecuado suministro de agua en las 48 ciudades encuestadas. Varias ciudades mexicanas (Hermosillo, Veracruz, Toluca y Chihuahua) muestran niveles más bajos de aguas residuales tratadas”, indicó un informe de la OCDE, en 2016.
Siendo la pobre infraestructura el problema principal, hay otro factor que también influye de manera determinante en el desperdicio de agua: la población.
En México no hay una cultura de ahorro y aprovechamiento de los recursos y el agua potable se ha vuelto un lujo, no un derecho como tal.
Y más allá de solo ser un problema de sustentabilidad y conciencia social, es una situación de alarma en todos los sentidos, ya que afectará a la población mundial por igual.
Para el año 2050, habrá 4 mil millones de personas viviendo en zonas de estrés hídrico, es decir, tendrán problemas para el acceso y abastecimiento de agua.
La OCDE subrayó que se estima que, para dicho año, el 70 por ciento de la población mundial vivirá en zonas urbanas, haciendo de la demanda –y disponibilidad– del agua un reto a nivel global.
El agua es vida y por ello es responsabilidad de todos –no solo de los gobiernos– que se aprovecha hasta la última gota.
Reto hídrico
Aunque el panorama del agua en México está en “números rojos”, ya hay un destello con la implementación de soluciones como el Programa Nacional Hídrico 2014-2018.
Este proyecto tiene como finalidad lograr la seguridad y la sustentabilidad hídrica a nivel nacional y busca cumplir distintos objetivos, entre ellos el fortalecimiento de la gestión integrada y sustentable del agua, así como del abastecimiento de agua. A su vez, pretende lograr el acceso para que todos los mexicanos tengan agua potable y las calles que transitan destaquen por buen alcantarillado y saneamiento. Y, por último, busca incrementar la seguridad hídrica cuando se presenten situaciones como sequías e inundaciones.