Lo que debió ser un día de plenitud y regocijo para Erika Bernal, se convirtió en un caos y desesperación para la actriz invidente cuando intentó viajar a Torreón el 10 de marzo. Ella había sido invitada por parte de la Universidad Iberoamericana de dicha entidad, a través del Programa de Derechos Humanos y Educación para la Paz, a un evento que conmemoraba el Día Internacional de la Mujer.
En la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, al llegar al mostrador de Aeroméxico se le negó el abordaje con su perro guía Dozer. A la actriz se le indicó que el animal tenía que viajar en el área de equipaje, situación que es ilógica para un can adiestrado para auxiliar a personas invidentes. Así comenzó el calvario para Bernal y su familia.
Además, no se le permitió hablar con una supervisora de la aerolínea, se le humilló y trató como una persona inferior, cuando ella ya ha viajado en otras ocasiones en un avión; eventualmente, logró llegar a Torreón en otro vuelo y después de horas de angustia.
Una vez que le permitieron acceder a sala de abordaje, el personal de la aerolínea le insistió en que por protocolo debía ir en silla de ruedas, a lo que ella se negó, porque es completamente autosuficiente con su perro guía.
La actriz también cuenta que en el filtro de acceso a salas la retuvieron, nuevamente, porque nadie quería hacerse responsable de tomar su equipaje y ponerlo en orden.
Estos incidentes en Aeroméxico, según observa Ximena Garmendía, quien fue sobrecargo de Mexicana de Aviación y es columnista del ramo aéreo, se deben a la falta de personal profesional en la aerolínea, quienes son subcontratados por empresas de tipo outsorcing y a quienes sólo se les da una capacitación superficial, sin siquiera contar con una licenciatura o carrera técnica en control aéreo.
“El grave problema surge con la reestructura del Capítulo 11, con el que se hace un gran recorte de personal y ahorita tuvieron una crisis terrible en diciembre, con sus filas enormes, porque había falta de personal. Para subsanar esto, Aeroméxico no está contratando directamente, sino a través de ‘empresas especializadas’, ahora le llaman, pero es outsorcing”, explica la autora del blog Sobrecargo informa.
Lo que refiere Garmendía en torno al Capítulo 11 fue cuando Aeroméxico inició su proceso de declararse en bancarrota en Estados Unidos, a raíz de la pandemia en curso; bajo este pretexto, despidió a una plantilla onerosa de empleados, entre los que se encontraban sobrecargos, pilotos, personal de confianza, trabajadores en banda, pista y mostradores, entre otros, a eso, posiblemente, se debe la ineficiencia de la aerolínea mexicana.
Bernal espera que, para el viernes 18 de marzo, Aeroméxico ofrezca una disculpa pública, sino procederá legalmente en tribunales. Además, dice que está dispuesta a ofrecer una capacitación a través de su compañía Teatro Ciego MX; sin embargo, Garmendía considera que la empresa no aceptará sus errores ni tampoco el taller, pese a la presión en redes sociales.
Sin voluntad social
Mientras en redes sociales circula un comunicado de la Ibero Torreón condenando la discriminación que sufrió la actriz Erika Bernal, la especialista Ximena Garmendía se suma a la indignación, porque explica que los lineamientos para abordar con un perro guía son prácticamente los mismos en todas las aerolíneas del mundo, y los pasos a seguir son tan básicos y elementales que es inadmisible que los empleados de Aeroméxico no los respeten.
“Cuando tú como empleado ves un perro guía, ese va a bordo porque sí, no cuestionas, porque además sabes que el perro cuenta con todos sus certificados y vacunas, son animales de servicio, no son mascotas por capricho para llevarla en cabina y sacarme selfies con ella”, subraya la columnista.
Sobre el uso de la silla de ruedas, supuestamente por protocolo, Garmendía indica que es falso.
Erika Bernal, además, notó que había una clara falta de empatía, aprendizaje y certificación por parte de quienes la atendieron, porque no supieron enfrentar la situación.
“Todos eran súper novatos y lo que le sigue, el primer chico que me atendió, evidentemente, era nuevo, porque no sabía absolutamente nada, a cada rato le llamaba a la gerente, y eso fue lo que me hizo perder el vuelo, que se iba y se tardaba y no resolvía nada”, comenta la actriz, quien quedó invidente a los 12 años por un problema de salud.
Garmendía explica que estas negligencias cuando suceden en Estados Unidos se van a juicio y son indemnizadas con millones de dólares, aquí en México, pese a que Bernal tenga la razón y los fundamentos, la situación no sería como en el país vecino.
“Aeroméxico tiene muy malos abogados, todos sus casos los pierden, porque, finalmente, no tienen elementos para defenderse, pero el problema aquí es cuánto va a ganar ella, contra cuándo va a gastar con la demanda, ahí es cuando tú sopesas, por eso en México los juicios no funcionan, porque se gasta mucho y se obtiene muy poco”, platica la que fuera auxiliar de vuelo en Mexicana.
Más empresas que excluyen
Lamentablemente, para Erika Bernal esta no es la primera ocasión que es discriminada por ser invidente y tener a un perro guía. La actriz comenta que esta situación es constante al viajar en autobuses al interior del país, quienes tienen en su mayoría de los casos cero empatía y no cuentan con políticas para el uso de estos animales de servicio.
“Con ETN he tenido problemas, con Pullman de Morelos, y es muy seguido. Se niegan a que lo subas, pese a que les entregas la credencial que avala que es perro guía o te hacen esperar un montón de tiempo, no puedes ser como cualquier cliente o te suben hasta el final. Es algo que sucede a criterio del personal”, dice la también psicóloga de profesión.
En un video que compartió en internet, Bernal expresa que diariamente este tipo de situaciones le ha tocado vivirlas también con compañías de transportes privados, como lo son Uber y DiDi; pero también reconoce que pese a su ceguera, ella ha encontrado un trabajo donde se le respeta, en un reclusorio de la Ciudad de México impartiendo teatro y psicología.
“Es complejo y es un ambiente pesado, pero la verdad es que yo tengo muchas satisfacciones aquí y además el recibimiento, tanto para Dozer, como para mí, ha sido muy grato, con sus bemoles de estar trabajando en el sistema penitenciario”, comparte.