Uno de las mayores dificultades a la hora de predecir el tiempo con exactitud es poder recopilar información suficiente sobre los vientos. Por ello, la Agencia Espacial Europea (ESA) está preparando el lanzamiento de la misión Aeolus.
El satélite será uno de los primeros en la historia que medirá directamente los vientos desde el espacio, a todas las altitudes, desde la superficie y la troposfera hasta 30 km en la estratosfera. Así, la información proporcionada mejorará la calidad de las previsiones meteorológicas.
Aeolus transportará un sofisticado instrumento de láser Doppler atmosférico, denominado Aladin. Con dos potentes láseres, un gran telescopio y receptores extremadamente sensibles, se trata de uno de los instrumentos más avanzados jamás puestos en órbita.
“La llegada de Aeolus al lugar del lanzamiento marca el final de 16 años de intensas labores de planificación, construcción y ensayos en los que han participado literalmente generaciones de ingenieros y científicos”, comentó Juan Piñeiro, responsable de las operaciones.
El objetivo espacial
El satélite circunvalará la Tierra de polo a polo en una órbita heliosincrónica, es decir, pasará sobre un punto determinado de la superficie terrestre a la misma hora local en cada vuelta, manteniendo siempre la misma orientación respecto al Sol.
“Aeolus complementará a la perfección nuestra flota de satélites, que observan sin descanso la Tierra y nos aportan información valiosísima sobre nuestro planeta, especialmente sobre el complejo mundo de las dinámicas atmosféricas y los procesos climáticos: sistemas que no sólo afectan a nuestra vida cotidiana, sino que también tienen unas enormes consecuencias para nuestro futuro”, afirmó Paolo Ferri, director de operaciones de la misión de la ESA.
Actualmente, diversos equipos de especialistas se encuentran sometiendo a la misión a diferentes pruebas en las que se plantean varios escenarios y así poder saber cómo actuar ante ellos y lograr que la misión opere con éxito desde el espacio y cumpla su cometido.
Una vez lanzado, el satélite pasará por una fase crítica de lanzamiento y órbita temprana, de gran complejidad, durante la cual, primero, se irán encendiendo los sistemas de control y después los instrumentos para comprobar su estado y evaluar su funcionamiento óptimo.
“Cada satélite presenta unos objetivos, una órbita y unas características que lo hacen único, y Aeolus no es una excepción. Equipos de ingenieros altamente cualificados, especialistas en dinámicas de vuelo y expertos en sistemas de control y estaciones terrestres han estado practicando exactamente lo que Aelus debe hacer y en qué momento preciso, así como la forma de ordenárselo”, finalizó el director de operaciones de la misión de la ESA.