La danza ha sido por décadas una de las artes más inspiradoras, sobre todo gracias al trabajo que imparten sus bailarines, coreógrafos, escenógrafos, vestuaristas y maestros, personas que, hoy en día, se encuentran desprotegidas.
Y más allá de que la pandemia por COVID-19 ha puesto en crisis a muchos jóvenes que buscan todos los días una oportunidad para brillar arriba de los escenarios, hay un grupo que se ha olvidado en medio de esta situación: la comunidad artística mayor de 65 años.
Son estas personas como Manuel Hiram (1930), fundador del Ballet Independiente, o Graciela Henríquez (1932), quien le ha dado 50 años de su vida a la danza, quienes, ante las circunstancias, necesitan el apoyo del gobierno.
Esta iniciativa es sólo el inicio del reconocimiento que se le debe otorgar a estas personas que han formado a tantas generaciones
En una petición de Change.org titulada “Apoyo económico para bailarines y coreógrafos en edad avanzada y situación de precariedad” se argumenta que las autoridades deben atender a esta comunidad porque, aun cuando han brindado tanto arte y cultura al país, no cuentan con un salario estable, no son beneficiarios de ninguna beca, y tampoco gozan de seguridad social.
“Todos ellos son grandes personalidades y sin sus poderosas aportaciones se hace impensable el presente, pues han generado múltiples visiones, expandiendo la escena nacional contemporánea”, se lee en la petición.
Lydia Romero Olivera, maestra de danza y quien impulsó el oficio, asegura que al enviar este aviso a las autoridades de la Secretaría de Cultura federal, éstas respondieron positivamente, asegurando que atenderían la solicitud lo antes posible.
El apoyo que piden consiste en brindar 20 mil pesos mensuales a cada una de las personalidades mayores de 65 años involucradas en la danza. La lista de los artistas por ahora cuenta con más de 10 nombres; sin embargo, cada día se suman más personas del interior de la República.
En entrevista con Reporte Índigo, Romero Olivera confiesa que esta ha sido la única ocasión en la que las autoridades han contestado a uno de sus llamados. En los sexenios anteriores también hicieron la petición de atender a los adultos mayores en la danza, pero no recibieron respuesta.
“En cada campaña nos acercamos, pero no obtuvimos ninguna respuesta. Ahora esta contestación nos parece alentadora, porque sí observamos que hay un interés en solventar esta problemática”, dice.
Asimismo, Lydia menciona que aunque siempre se percibió que este grupo de artistas necesitaba ayuda externa, fue debido a la reciente crisis sanitaria que se visibilizó aún más el abandono y la precariedad en la que estaban.
Para ella, más que brindarles un apoyo económico para que así puedan solventar sus gastos y necesidades básicas, es un derecho al que deben responder las autoridades.
“Esta iniciativa es sólo el inicio del reconocimiento que se le debe otorgar a estas personas que han formado a tantas generaciones, que han producido tantas obras y que han sido una pieza invaluable de nuestra historia en la danza”, resalta Romero Olivera.
Por un apoyo permanente a la danza
Debido a la crisis sanitaria que ha perjudicado a todo el país, la ayuda económica es la petición más urgente de las personas mayores; sin embargo, hay algunos puntos a atender que no se deben olvidar.
Para que no sólo esta generación de maestros sea auxiliada, sino también las próximas, la maestra Lydia Romero Olivera añade que es importante que las autoridades accedan a otorgarles seguridad social, derecho a un retiro digno, así como un préstamo para vivienda.
De acuerdo con ella, para intentar cumplir esas acciones, ya ha habido un acercamiento con el diputado Sergio Mayer Bretón, con quien se busca que los artistas tengan derechos como cualquier otro trabajador.
En sexenios anteriores también habían pedido atender a los adultos mayores en la danza, pero no recibieron respuesta
Lidya declara que para que los artistas en danza sean más reconocidos a nivel nacional, por parte del público y las nuevas generaciones, así como por algunas autoridades, se están llevando a cabo entrevistas con cada uno, en las cuales exponen su carrera y logros.
Y aunque aún no se tiene una fecha para empezar a compartir las entrevistas, cada una se irá publicando cada fin de semana a través de las redes sociales.
“Queremos que con esto se valore y se reconozca la historia de cada artista y así no sólo el resto de la comunidad los conozca, sino también las nuevas generaciones, quienes seguramente no conocen sus obras”, asegura la maestra.
