La actriz es la primera mexicana en ganar un premio en el Festival de Cannes. Foto: Especial

Adriana Paz: ‘A mí me conquistan por las vísceras’

La primera actriz mexicana en ganar el premio a Mejor Interpretación Femenina en Cannes, sigue impactando la industria cinematográfica con su capacidad para conectar con sus personajes y abordar temas sociales cruciales

A la actriz Adriana Paz la conquistan por las vísceras cuando comienza un nuevo proyecto. Para ella, la clave está en establecer una conexión tan profunda que se sienta en su cuerpo y piel, pues el verdadero valor de un texto radica en su capacidad para provocar emociones, ya sean lágrimas o risas. Si un guión logra moverla de esa manera, sabe que ha encontrado algo realmente especial.

Aunque su enfoque hacia los proyectos ha evolucionado y ahora tiende a ser más racional, Paz, quien recibió un homenaje en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), reconoce que su naturaleza visceral fue esencial en sus inicios. Esta fusión de intuición y razón ha moldeado su manera de abordar cada papel, permitiéndole conectar de manera auténtica con los personajes que interpreta.

Luego de vivir la satisfacción de ser la primera actriz mexicana en ganar el premio a Mejor interpretación femenina durante la pasada edición del Festival de Cannes, por su participación en la película Emilia Pérez (2024), y que su carrera se reconozca en el GIFF, la actriz mexicana cuenta a Reporte Índigo que se encuentra con mucha calma y madurez.

 

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“Está increíble todo lo que me está pasando, me siento súper honrada, no lo voy a minimizar, porque sería faltar al respeto a mi trabajo. Agradezco los premios que me otorgan, pero todo tiene su lugar en la vida”
Adriana PazActriz

“Ya no tengo tanta prisa de las cosas, ni tanta ansiedad, no quiere decir que haya desaparecido, pero es lo bueno de la edad. La verdad, vas perdiendo algunas cosas como flexibilidad en las rodillas, pero adquieres más peso en la vida. Soy una persona muy neurótica, ansiosa y muy nerviosa, a tal punto que he llegado a estar en el hospital por una crisis de nervios.

“He aprendido a no tener tanto estrés, ya hay cosas a las que no les doy tanta importancia. Hoy me importa más mi familia, mi salud física y mental; me gusta estar en mi casa, me siento más establecida como ser humano, encontré mi lugar en el mundo, ya no estoy perdida”, cuenta la actriz.

Seguir luchando por sus sueños

A pesar de recibir muchos “no” como respuesta, Adriana Paz ha perseverado en su carrera actoral, de confiar en ella y de aprovechar cada instante. Por ejemplo, en  su película más reciente, Arillo de hombre muerto (2024), dirigida por Alejandro Gerber Bicecci, la sitúa en el rol de Dalia, una mujer que enfrenta la desaparición de su esposo.

Este proyecto le ayuda a reafirmar su compromiso como actriz y de hablar de temas dolorosos, pero que se deben poner sobre la mesa. Su desafío incluye seguir rompiendo barreras en cuanto a la igualdad de género y la necesidad de interpretar personajes que rompan los moldes tradicionales.

 

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“Hay gente que no me ha valorado, otras que sí. Es complicado porque siempre tienes que estar probando que vales. Creo que he logrado romper con ciertos estereotipos que tienen que ver con la raza o la apariencia física”, destacó.

“En la industria aún hay mucho clasismo y hay que romperlo. Ahora ya se ve en algunas ficciones donde eso se habla. También con las cosas salariales. Uno la padece, yo llegaba con mis catálogos de lencería a los rodajes para vender. Hay quienes tienen más privilegios y otros que no, a mí me han prestado dinero, pero soy muy afortunada, porque ni mi familia ni mis amigos me han dejado sola”, comenta.

El cine como activismo

La egresada del Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la UNAM también cuenta que recibe su éxito con un propósito claro: seguir preparándose. Además de reafirmar su compromiso con el arte como una forma de hacer activismo.

“El arte siempre ha sido parte del entretenimiento y una herramienta política, social y de manifestación. De concientización social, de queja y rebelión, por eso les da  miedo a tanta gente y le quitan poder, porque saben lo que puede provocar”, detalla.

Además, agrega, que el teatro y el arte, en general, tienen un poder inmenso, que va más allá de lo que las palabras solas pueden expresar. Una canción, una pintura o una obra de teatro tienen la capacidad de conmover y ofrecer una comprensión más profunda de la realidad. A la vez, el arte proporciona un escape y un refugio donde encontrar belleza y entretenimiento.

“La actuación es un vehículo para expresar y canalizar el alma de manera creativa y una forma de subsistencia. Es la oportunidad de expresar lo que sientes y transformar esas emociones en algo tangible”
Adriana PazActriz

“Pero el arte también sirve para decir, a veces, ‘me quiero desconectar e ir a otro lugar en donde las cosas sean mejores’. A mí me encanta la comedia que me provoca cagarme de risa, o ver una película que me ayuda a entender cosas que no sabía. Es un espejo que va de ida y vuelta”, explica.

Adriana Paz confiesa que de juventud no habría imaginado alcanzar el nivel de éxito que disfruta hoy. Sin embargo, ahora se siente profundamente orgullosa de su evolución y está comprometida a continuar trabajando con el mismo amor y dedicación. Para ella, el verdadero premio no radica en los reconocimientos, sino en la autenticidad y el compromiso con su trabajo y sus valores.

“No pienso en que los personajes me van a dar premios, sino hacerlo con compromiso y recordarme por qué estoy aquí. Mi felicidad tiene que ver con levantarme en las mañanas, agradecer y decir ‘tengo todo lo que necesito y estoy bien’.

Los premios son cosas que te pueden hacer perder la cabeza, para bien y para mal, entonces tener a la gente que quieres contigo y saber que eso no te define como persona; más bien, es ser congruente y ser respetuosa contigo y con todo lo que te rodea”, reflexiona la actriz.

 

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En este punto de su vida personal y profesional conceptos como el éxito los replantea y cuestiona: “me sentí exitosa cuando me levanté y ya no sentí ansiedad, cuando comparto mi vida con un hombre que amo, que me ama y respeta, que tengo un hijo, que me ama y respeta. Mi éxito es tener más armonía en la vida. Podría tener el premio Cannes, pero en mi vida ser un desmadre y tener problemas en mi casa o estar muy sola”, piensa.

Esta perspectiva la mantiene centrada, agradecida y sana, además de ayudarla a saber cuál es su lugar en el universo: “A mi yo más joven le diría ‘relájate, mija. Sigue caminando, vas bien’. Tenía mucha prisa, angustia y muchas carencias, en muchos sentidos, desde no tener estabilidad económica, que de pronto, te puede llevar a lugares muy oscuros, negativos y desagradables”, puntualiza.

Sobre la actriz

Adriana Paz, oriunda de Ciudad de México, se formó en el Colegio de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Cuenta con más de 25 cintas entre cortometrajes y largometrajes. Es ganadora de tres premios Ariel por sus interpretaciones en La tirisia (2015), Hilda (2016) y La caridad (2017).

También fue nominada al Premio Goya en 2017 por su interpretación en la cinta El Autor. Además dio vida a Altagracia, en la tercera y cuarta temporada, de la serie Vis a vis.

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