Adiós, cantaor
Hay una relación ahí entre devoción y odio, porque es mucho el esfuerzo que tiene uno que hacer para tocar flamenco. La guitarra es un instrumento que nunca estás seguro cuando lo tocas, siempre estás vendido. Depende de tantas cosas: del estado de ánimo, del equilibrio emocional en ese momento... Para tocar muy bien o como una mierda", dijo en vida el magnífico guitarrista Paco de Lucía.
María Alesandra PámanesHay una relación ahí entre devoción y odio, porque es mucho el esfuerzo que tiene uno que hacer para tocar flamenco. La guitarra es un instrumento que nunca estás seguro cuando lo tocas, siempre estás vendido. Depende de tantas cosas: del estado de ánimo, del equilibrio emocional en ese momento… Para tocar muy bien o como una mierda”, dijo en vida el magnífico guitarrista Paco de Lucía.
Francisco Sánchez Gómez nació en un barrio gitano el 21 de diciembre de 1947 en Algeciras, Cádiz. Mejor conocido como Paco de Lucía, el guitarrista español estaba considerado como un prodigio de las seis cuerdas desde que inició su carrera, en 1963.
De Lucía se encontraba con su familia en su casa de Playa del Carmen y mientras jugaba futbol con uno de sus hijos, sintió un fuerte dolor en el pecho. Fue trasladado a un hospital desde Tulum y falleció a causa de un ataque al corazón, el 25 de febrero.
El gatidano, que residía gran parte del año en el Caribe mexicano, fue galardonado con el Premio Nacional de Guitarra del Concurso de Arte Flamenco de Córdoba, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y era Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz y por el Berklee College of Music de Boston.
Y es que el cantaor le imprimía emociones únicas a la música flamenca, pero también fusionó su música con géneros como jazz y la música clásica.
El flamenco lo llevaba en la sangre, ya que era hermano de músicos, Pepe de Lucía y el fallecido Ramón de Algeciras.
Su padre y su hermano Ramón fueron sus primeros maestros de guitarra y el famoso apodo “de Lucía”, nació porque en el barrio había muchos “Pacos”, así que él era el Paco de Lucía “La portuguesa” Gómez, su madre.
Paco de Lucía acercó al público joven al gusto por la música flamenca y su interpretación con la guitarra revolucionó al género como ninguna. Entre sus interpretaciones más reconocidas está la rumba “Entre dos aguas”, de 1973. Su disco “Friday night in San Francisco”, lanzado en 1981, ha vendido más de un millón de copias en todo el mundo, una cifra inigualable (e inimaginable) para un artista del flamenco.
A la fecha, no hay un cantaor de flamenco como Paco de Lucía y su personal, intensa y desgarradora manera de tocar la guitarra gitana es un legado incomparable. Y ese legado lo mantendrá vigente fuera y dentro de la música española, ya que como él mismo lo explicó: “Hay un cabrón dentro de mí que no me deja retirarme”.