¿Adiós al enigma?… Inteligencia artificial habría descifrado el extraño manuscrito de Voynich
Escrito en un alfabeto que nadie conoce y en un idioma incomprensible, un par de científicos, de la mano de la inteligencia artificial, habría descifrado el “manuscrito imposible”
Indigo StaffDicen que la inteligencia artificial jamás igualará la capacidad del cerebro humano, pero al parecer ha logrado algo que los estudiosos del lenguaje no habían conseguido durante décadas; descifrar el extraño manuscrito de Voynich.
El texto, cuyo autor es desconocido, fue adquirido en 1912 por el coleccionista polaco Wilfrid Voynich y de inmediato llamó la atención de los lingüistas, pues está escrito en un alfabeto que nadie conoce, en un idioma incomprensible y compuesto de ilustraciones a color.
Lo único que se sabe del libro es que fue escrito hace aproximadamente 600 años, esto gracias a los análisis químicos a los que sido sometido el enigmático material. Pero ni lingüistas ni criptógrafos han logrado develar el significado de las extrañas letras.
Ahora, la inteligencia artificial habría logrado descifrar el primer párrafo del libro. Los investigadores canadienses de la Universidad de Alberta, Greg Kondrak y Bradley Hauer hicieron uso del poder de la informática para develar el misterio.
De esta manera, la inteligencia artificial concluyó que el libro está escrito en una especie de hebreo codificado, lo que refutaría las teorías que apuntaban al latín o al árabe como las lenguas detrás del manuscrito.
Pasó siguiente, se creó un algoritmo para descifrar el código bajo el cual está escrito el texto, pues aunque identificaron el alfabeto, las palabras que forman no tienen sentido, por lo que seguramente están desordenadas con alguna especia de código o anagrama.
Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, este indicio podría cambiar la investigación del libro para siempre.
Si la tesis es aceptada por la comunidad científica, serán los estudiosos del hebrero los que ayuden a descifrar todo el libro.
Las ilustraciones del libro hace referencias a lo que parecen ser plantas, por lo que varios estudiosos apuntan a que se trata de un tratado de botánica.
Los detractores de la inteligencia artificial pueden argumentar que aunque la informática hizo el trabajo duro, fueron los investigadores quienes diseñaron el sistema y el algoritmo.