Activismo en cada ‘speech’

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Una noche de gala como la que se vive en la entrega de los Premios Oscar no amerita más que celebrar la victoria a través de lágrimas, reconocimientos, agradecimientos, sonrisas, chistes y dedicatorias. Una noche de gala como la que cada año organiza la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos (AMPAS, por sus siglas en inglés) también es la excusa perfecta para mostrar al mundo la opulencia, el buen –o pésimo– gusto para vestir.

Pero más allá de eso, la ceremonia de los Oscares, que consigue una audiencia por encima de los 40 millones de espectadores (aunque este año, la audiencia estuvo por debajo de los 45.4 millones que se lograron el año pasado), tiene todo para consolidarse como la plataforma de la que se valgan las celebridades para poner los reflectores en asuntos de corte político. 

Una plataforma que agarró forma durante la gala de la 87 edición de los Oscar.

Temas como igualdad de género, racismo, inmigración y hasta concientización respecto a las enfermedades incurables y los pacientes que las sufren, protagonizaron los discursos de los ganadores que subieron al escenario para recibir sus estatuillas. 

Todo comenzó con el maestro de ceremonias, el actor estadounidense Neil Patrick Harris, quien puso en evidencia la falta de diversidad racial –y motivo de protesta en Twitter bajo el hashtag #OscarsSoWhite– entre los aspirantes a los Premios Oscar con un sarcástico mensaje de bienvenida: “hoy honramos a los mejores y más blancos de Hollywood. Perdón, los más brillantes”.

Hay que recordar que los 20 nominados en las categorías de Mejor Actor y Actriz Principal, así como Mejor Actor y Actriz de Reparto son blancos. Y ninguna mujer estuvo nominada en las categorías de Mejor Dirección y Guión. De ahí que expertos describieran la fiesta de Hollywood como “el Oscar más blanco” celebrado en décadas. 

Ava DuVernay, directora afroamericana a cargo de “Selma” y David Oyelowo, quien interpreta al héroe que luchó por defender el derecho al voto de la comunidad negra estadounidense Martin Luther King en la cinta brillaron por su ausencia entre la lista de nominados a Mejor Director y Mejor Actor, respectivamente. 

Independientemente de que el discurso de una figura pública que critica el racismo, por ejemplo, contribuya o no a un cambio positivo, importa el hecho de que el espacio se aproveche para reconocer públicamente la problemática de una industria donde existe una gran disparidad racial, comenzando con los miembros que conforman la Academia: como reportó Los Angeles Times en 2012, de acuerdo con estimaciones de Darnell Hunt, director de Estudios Afroamericanos de la Universidad de California, en Los Ángeles, 93 por ciento de los integrantes son blancos y 70 por ciento son hombres.

Una luz para el Alzheimer

Al ganar su primer Oscar a Mejor Actriz por la película de Richard Glatzer “Still Alice”, en donde Julianne Moore interpreta a la lingüista Alice Howland a quien le diagnostican Alzheimer en sus primeras etapas, la actriz estadounidense señaló que “muchas personas con esta enfermedad se sienten marginadas” y que los pacientes con esta enfermedad neurodegenerativa “merecen ser vistas, para que podamos encontrar una cura”.

Eco del pasado

Después de una emotiva interpretación del himno “Glory” de la película “Selma”, mismo que ganó el premio a la Mejor Canción, John Legend y el rapero Common recordaron en su discurso que en Estados Unidos “hay más hombres negros en prisión ahora que los que estuvieron bajo esclavitud en 1850”, dijo Legend. 

“Este puente (en el que Martin Luther King y el movimiento de los derechos civiles marcharon hace 50 años de la ciudad de Selma a Montgomery para reivindicar los derechos de los afroamericanos) fue una vez un símbolo de una nación dividida, pero ahora es un símbolo para el cambio”, expresó Common. “El espíritu de este puente trasciende la raza, el género, la religión, la orientación sexual y el estatus social (…). Este puente fue construido para la esperanza”.

Legend agregó que “‘Selma’ está vigente porque la lucha por la justicia ocurre ahora mismo. Sabemos que la Ley de Derechos Electorales (proclamada en 1965) por la cual lucharon (King y el resto de los activistas) hace 50 años está siendo afectada ahora mismo en este país”. 

El cantante también destacó que “es el deber de un artista el reflejar los tiempos en los que vivimos”.

Igualdad de género 

Patricia Arquette, quien ganó el Oscar a Mejor Actriz de Reparto por “Boyhood”–el primero en su carrera–, aprovechó el espacio en el pódium para demandar que ya es hora de que todas las mujeres en Estados Unidos,  tengan igualdad de salarios “de una vez por todas” e igualdad de derechos. 

El discurso, que puso de pie a Meryl Streep y a Jennifer López, fue seguido de otro momento feminista de la gala, aquel en el que la actriz Reese Witherspoon utilizó su cuenta de Instagram para promover el movimiento #AskHerMore, “con la intención de inspirar a los periodistas a hacer preguntas creativas en la alfombra roja”, más allá de la marca del vestido y los accesorios que llevan puestos. 

Respeto y dignidad

Al recibir el Oscar a la Mejor Película por “Birdman”, Alejandro González Iñárritu pidió en su discurso que la comunidad de mexicanos que viven en Estados Unidos, “(…) quienes somos parte de la última generación de inmigrantes en este país, espero que podamos ser tratados con la misma dignidad y respeto que aquellos que llegaron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes”.

Penn y la Green Card

El tema del racismo se asomó en la ceremonia de la entrega del Oscar.

Fue el actor Sean Penn quien encendió las redes sociales con su ya conocido comentario: “¿quién le dio a este hijo de puta una Green Card?”.

Y aunque hasta Alejandro González Iñárritu tomó con humor el chiste de su colega, lo cierto es que el dicho no cayó nada bien en una buena parte de los televidentes, quienes consideraron el gesto de inapropiado.

Incluso hubo quienes acusaron a la industria hollywoodense de ser racista, como fue el caso del columnista Steven W. Thrasher de The Guardian quien escribió: “Penn nos hizo un favor: expuso el falso liberalismo de Hollywood por lo que realmente es”.

Sin embargo el hecho de que los cuatro principales premios de la noche los hubieran ganado mexicanos fue una muestra de que la industria del cine en algo está cambiando.

Oda a lo ‘raro’

El guionista estadounidense Graham Moore, quien ganó el Oscar al Mejor Guión Adaptado por “The imitation game”, confesó que intentó suicidarse a los 16 años “porque me sentía raro y diferente y sentía que no encajaba. Y ahora estoy de pie aquí, así que me gustaría que este momento fuera para esa niña que siente que es extraña o diferente o que no pertenece en ningún lado: sí, lo eres. Te prometo que lo eres. Sigue rara, diferente y luego, cuando sea tu turno y te pares en este escenario, por favor pasa este mensaje a la siguiente persona que se presente”.

Su discurso fue tendencia en redes sociales, desencadenando el hashtag viral  #stayweird.