Acoso escolar, la otra gran pandemia en México

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos afirma que México ocupa el primer lugar, a nivel internacional, en casos de acoso escolar en educación básica
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), posterior a la pandemia, en México, cada mes, tres millones de estudiantes se ausentaron de los planteles por acoso escolar o bullying.

Además, ocho de cada 19 alumnos de primaria y secundaria han sido víctimas de agresiones verbales o físicas en las escuelas, lo que coloca al país en el primer lugar a nivel mundial, seguido por Estados Unidos y China, con esta problemática.

Nelia Elena Tello Peón, coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario Sobre Violencia Escolar de la UNAM, indica que el gran problema en la actualidad es que la violencia en las escuelas está normalizada y no se han tomado las decisiones adecuadas para poder erradicarla.

“Hay una que sí es reconocida, por ejemplo, la de los golpes, donde hay armas, pero esto ha sido últimamente recreado por los mismos estudiantes, tanto fuera como dentro de los planteles y eso es el gran problema”, expresa Tello Peón.

El primer error radica en que cuando se habla de violencia escolar se remite solo a la que ocurre dentro de los planteles; no obstante, ahora se ha visibilizado el tema del acoso y el uso de las redes sociales.

Además de que, posterior a la pandemia, se ha exacerbado una dinámica de la estructura social en donde unos “son los buenos y otros son los malos” y se marcan diferencias entre grupos sociales.

En el mundo, uno de cada tres jóvenes sufre acoso escolar, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)

El bullying y el acoso en las escuelas

“Se empezó a hablar del bullying en los años 70 en los países escandinavos, como una relación emocional, en donde un chico fuerte abusa del más débil y establece una relación de dominio y sumisión. La característica es que no es ocasional, sino que es continuo”, abunda la coordinadora.

Tello explica que ahora se usa más el término de acosadores, pero que la raíz puede ser la misma, pues este tipo de personas se rodean con grupos de seguidores que los hacen más fuertes, pero que, al mismo tiempo, están dominados por el acosador, por lo que también hay una relación de dominio y sumisión.

“Son generalmente chicos que han vivido violencia en su casa, pero no siempre el acosado como acosador, este rol cambia, el que es acosado en su casa puede ser el acosador y viceversa”, detalla.

Lo preocupante es que cada día se vuelven acciones más violentas, ya que en las aulas se vive el reflejo de lo que ocurre en las calles.

La especialista expone que las agresiones y los ataques dentro de los planteles son un problema que se irá incrementando, debido a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no ha mostrado interés en el terreno socioemocional de los alumnos y de toda la comunidad escolar, entre docentes y funcionarios.

Muchas veces, sostiene, los maestros son parte de este dominio y sumisión que se está ejerciendo en el mismo grupo.

“Tenemos que trabajar y encontrar indicadores para tener menos presencia de este acto, pero la violencia no desaparece de un día para otro, por más castigos y normas que pongamos. Tiene que haber un proceso de comportamientos relacionales en donde aceptemos al otro, dejemos de verlo como el extraño y hasta ese rechazo ‘a lo diferente’”, expone.

Nelia Elena Tello Peón informa que en las aulas se recomienda trabajar con procesos de aceptación  y fomentar actividades en colectivo que sean sustentables para vivir sin violencia.

“Siempre hablo de comunidades solidarias, por ejemplo, en la UNAM estamos trabajando un proyecto en donde el género es un avance en la convivencia, o sea, un reconocimiento de la mujer, pero también trae oposición. Entonces, tenemos que aprender a trabajarlo como un proceso que integra y no que enfrenta.

“En donde tengo que reconocer todo aquello que estoy haciendo mal, aceptar  y trabajar con el otro; trabajamos en la integración y en la inclusión, a partir de la diferencia. La diferencia es esencial, pero también la igualdad es el reconocimiento del otro como mi semejante y que sin él no voy a poder sobrevivir, necesito dos cosas. Pensar en el otro como un ser social que es parte de lo que yo quiero ser”, expone.

De las redes al mundo real

Con la pandemia y la virtualidad, muchos estudiantes se sintieron aliviados cuando tomaron clases en línea, por lo que ahora que volvieron a las aulas resurgió la situación de violencia en las escuelas, que es previsible que sea por los problemas socioemocionales que surgieron con la pandemia, y el acoso escolar aumente.

Y aunque la violencia entre estudiantes no sea nueva, de acuerdo con la especialista ha sido mal atendida, ahora tiene que enfrentarse con las consecuencias post pandemia, en donde debido al aislamiento, niños, niñas y adolescentes desarrollaron o profundizaron problemas socioemocionales; sin embargo, todavía no hay estrategias amplias para atenderlos. Incluso, aquí entra en juego el mundo de las redes sociales y el uso que se le ha dado.

“Tenemos el aumento de suicidio en adolescentes y de las dependencias a aquellos grupos a los que queremos, o no, pertenecer. Con el regreso a las aulas se dio mucho que la comunidad estudiantil ya no se acopla, empieza a convertirse en un conflicto” platica Tello Peón.

“Para atender la violencia urgen acciones eficaces de las autoridades educativas, de salud, seguridad y justicia”
Nelia Tello PeónCoordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario Sobre Violencia Escolar

Este tema tendría que hablarse más allá de la comunidad estudiantil, tendría que haber un diálogo con toda la comunidad estudiantil y existan espacios seguros para hablar de las emociones.

A decir de Tello se ha vuelto indispensable que en las escuelas existan lugares donde todas y todos puedan expresarse, pero, lamentablemente, muchas de las escuelas a nivel secundaria o preparatoria no cuentan con estos sitios en específico.

“Estamos ante nuevas formas de relacionarnos, de vocabulario, con esto de las redes sociales, memes, y por ello se vuelve de vital importancia trabajar en las emociones, porque todo eso, si no se trabaja después se convierte en violencia, finalmente todas son relaciones sociales”, opina.

Para que haya un verdadero cambio, la especialista y dicen de la UNAM, explica que debe existir una conciencia y aceptación del otro a partir del diálogo y del reconocimiento, porque, de otra manera, hay es una invisibilización.

Consecuencias del bullying

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el bullying escolar provoca:

  • Depresión
  • Ansiedad
  • Lesiones físicas
  • Fracaso escolar
  • Problemas emocionales
  • En algunos casos la muerte
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