Galardonada recientemente con el premio a la mejor película por El norte sobre el vacío (2022) en la edición número 65 del Ariel, la directora de cine mexicana Alejandra Márquez Abella vuelve a las plataformas de streaming con la cinta A millones de kilómetros, una oda a la trayectoria y lucha del astronauta José Hernández Moreno para convertirse en el tercer mexicano en viajar al espacio.
El 28 de agosto de 2009 salió de la Tierra el transbordador espacial Discovery para cumplir la misión STS-128, en su interior viajaban ocho tripulantes, entre ellos, Hernández Moreno, hijo de inmigrantes nacidos en México e ingeniero de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). Hoy, a 14 años de esa odisea, su historia llega a las pantallas digitales como una muestra de que es posible romper con lo establecido y alcanzar metas lejanas.
“Por primera vez en mi carrera me enfrenté a un personaje completamente admirable y grandioso, que había que hacerle justicia y tener cuidado en cómo abordar la ficción de su historia porque es muy impresionante y muy delicado contarla”, dice en exclusiva a Reporte Índigo, Alejandra Márquez.
Acaba de estrenarse la película sobre el astronauta mexicano José Hernández, “A Millones de Kilómetros” o “A Million Miles Away” en Prime Video.
¿Y adivina qué? Sale actuando el editor de nuestro equipo Erick Blackmer 🥳🥳Si la vez, compártenos una foto. 🎬 pic.twitter.com/hv2eU99SzL
— CuriosaMente (@curiosamente) September 15, 2023
Acerca del proceso de sensibilización para transmitir a través del largometraje los eventos trascendentales de la vida del astronauta, la cineasta narra que cuanto tomó el proyecto en sus manos ya existía un trabajo previo desarrollado por los guionistas Bettina Gilois y Hernán Jiménez y, con base en ese material, comenzó a trabajar en mancuerna con Hernández.
Ese proceso implicó visitas a la familia del ingeniero en Stockton, California, en Estados Unidos (EU) para conocerla mejor y tener información de primera mano.
“Con sus papás, con sus hijos, con su esposa Adela, y, a partir de eso, la colaboración fue, para mí, intuir, sensibilizarme, observar, preguntar muchas cosas en específico que tenían que ver con las cosas más técnicas o con las experiencias”, comenta.
En la cinta, los actores Juan Pablo Monterrubio y Michael Peña son los encargados de interpretar a José Hernández en su infancia y adultez, respectivamente.
Humildad y orgullo, las primeras impresiones
Sonriente y emocionado, el también maestro en Ciencias e Ingeniería Eléctrica por la Universidad de California dice en entrevista estar muy agradecido con el trabajo de la directora al recordar que lo primero que sintió al ver su vida reflejada en la película fue mucho orgullo y humildad.
“Ponerte a pensar que tu vida está plasmada en una película, en una pantalla grande, y que en dos horas la van a contar, todo lo que ha pasado, fue para mí algo impresionante, pero al mismo tiempo estoy muy contento porque creo que la historia es inspiradora. Esperamos poder llegar a mucha gente”, afirma.
Vean esta película “A millones de Kilómetros” y encontrarán muchas enseñanzas. Desde cómo inspirar a los demás, luchar por tus sueños y hasta cómo apoyar a tu pareja. pic.twitter.com/kmEGEXLjDG
— César Martín (@cesarmartinrd) September 17, 2023
Sobre la convivencia de Alejandra Márquez con sus familiares y el camino que anduvieron de manera colectiva durante la elaboración del filme, José Hernández reconoció que la cineasta se tomara el tiempo de visitarles para lograr percibir que el resultado de su historia es la suma de esfuerzos “no de una persona, sino de una pareja, de una familia, de una comunidad”.
“Lo puso muy bien en el guion. Estoy muy agradecido con Alejandra porque pudo proyectar eso en una forma muy efectiva para que vea la gente que hay que juntarse con gente que te apoya para poder llegar a tu destino”, expresa.
‘¿Para qué sirven las estrellas?’
La cinta muestra que, en su infancia y ya con un interés y curiosidad desbordados por conocer los rincones del cielo, José Hernández cuestionó a su maestra de primaria “¿para qué sirven las estrellas?”, Esa pregunta, décadas después, es respondida por él mismo:
Estrenos de cine para este fin de semana: En @PrimeVideoLat : “A millones de kilómetros”, una película que se basa en la historia real de José Hernández, un inmigrante que logró superar sus dificultades para poder cumplir su sueño: convertirse en ingeniero de vuelo en la NASA.… pic.twitter.com/IqM64TUVjW
— Charo Fernández (@Charofernandezr) September 16, 2023
“Y, al mismo tiempo, esa tecnología que se desarrolla, se comercializa y tiene aplicaciones aquí en la Tierra, sirve para hacer nuestra vida más cómoda. Entonces yo creo que para eso son las estrellas, para cumplir sueños”, subraya.
Para la directora, ese momento en la película engloba la curiosidad de la niñez y la describe como algo abstracto, muy existencial y que no tiene límites.
“Hace unos meses que estaba revisando la película, de tantas cosas que hay que revisar, mi hija chiquita, que tiene cuatro años, escuchó esa pregunta y dijo ‘¡Ay, pues para que brillen en el cielo, mamá!’. Me dio risa que para ella fuera tan sencilla la respuesta y para mí tan complicado”, concluye.
Musicalización, el gran complemento
Un punto a destacar de A millones de kilómetros es la precisión y el cuidado que se tuvo en la selección musical para marcar el ritmo y la época en la que se desenvuelve la historia, incluido uno de los momentos cumbre de la cinta, cuando el protagonista tararea una canción icónica de la cultura mexicana: “El hijo del pueblo”, de José Alfredo Jiménez.
Sin embargo, al soundtrack lo conforman una variedad de intérpretes nacionales y estadounidenses como Juan Gabriel, DEVO, Cuco Sánchez, Joan Sebastian, Sunny & The Sunliners, entre otros.
“Mis respetos a la directora y a quienes se encargan de la música porque realmente pusieron las canciones que nosotros escuchábamos en ese tiempo tanto en inglés como en español porque nosotros somos bicultura”, precisa José Hernández.
En respuesta a esa declaración, Alejandra Márquez explica que fue esa biculturalidad la que sirvió como un faro para elegir las canciones exactas que pudieran resonar, como ocurrió con el astronauta, en toda la comunidad mexicoamericana.