Para celebrar el centenario del nacimiento de la artista Joy Laville, el Museo de Arte Moderno inauguró Joy Laville. El silencio y la eternidad, exposición que presenta una visión no cronológica de su trabajo que se centra en la compleja carga existencialista de su pintura y en cómo la artista, a través de sus espacios silenciosos, revela una profunda reflexión sobre la condición humana.
La exposición reúne 87 piezas de la creadora británica: 54 pinturas, 10 esculturas, seis dibujos y 17 portadas de libros. Obras que van desde los años 60 hasta su muerte en 2018. Viaje a Egipto, Rocas y barcos, Pareja en la playa y Big Beach, además de bocetos de sus obras y los libros que ilustró de su esposo Jorge Ibargüengoitia, pueden contemplarse en esta muestra. 37 de ellas son inéditas.
“Lamento que mi mamá no esté aquí con nosotros para disfrutar este evento. Como muchos migrantes en el mundo, ella llegó a México con casi nada, con sus propios sueños, con la intención de estudiar arte y hacerse pintora, por suerte obtuvo trabajo como secretaria en el Instituto Allende en San Miguel Allende para sus gastos”
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Rowe recordó cómo sus primeros años en México no fueron fáciles. Todos los domingos se subían al autobús para venir a la Ciudad de México, al parque Sullivan, para que Joy pusiera su puesto y así vender sus obras.
“Creo que nunca soñó que iba a tener una exposición aquí, y menos dos, pero fue aquí en México donde encontró a su marido Jorge Ibargüengoitia, su guía emocional y profesional; fue aquí donde se introdujo al mundo cultural de México”, expresó su hijo.
Durante el evento también agradeció el apoyo que Inés Amor, de la Galería de Arte Mexicano, le brindó a su madre, ya que fue una validación importante que le dio más confianza en sus capacidades y desencadenó exploraciones de sus talentos y de nuevas posibilidades artísticas.
“Probablemente muchos de ustedes conocieron a mi mamá, una mujer cursi, reflexiva, soñadora, con un buen sentido del humor, que en su vida profesional no solo se valió de su talento, sino muy importante de su disciplina, casi de fierro; pintaba cada día, mañana y tarde, no por devoción, sino por necesidad: el resultado es este legado de obras.
“Mi mamá me dijo una vez que una persona deja de existir hasta que la gente ya no piensa en ella, para mi esta exposición es prueba de que Joy Laville sigue existiendo”, afirmó.
Los desnudos femeninos son una constante en la obra de Joy Laville. Calificados erróneamente como sencillas o naifs, estas figuras dotan de vitalidad al entramado abstracto 🖼️ 🎨👇 pic.twitter.com/gFrlHXHpcn
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La muestra permite que el visitante vea cómo los desnudos femeninos fueron una constante en la obra de Joy Laville. Calificados erróneamente como sencillas o naifs, estas figuras dotan de vitalidad al entramado abstracto. Además, sus paisajes se estructuran por la superposición de grandes planos y una síntesis geométrica entrecortada en los que se prioriza la capacidad emotiva.
Joy Laville. El silencio y la eternidad se podrá visitar en el Museo de Arte Moderno de martes a domingo, de 10:15 a 17:45 horas
Trabajan por ellas
Natalia Pollak, directora del Museo de Arte Moderno, afirmó que para ellos es fundamental visibilizar y resaltar el trabajo de las mujeres artistas dentro del relato de la historia del arte mexicano, nombrarlas e incluir su obra en su colección y exposiciones. “Es un trabajo continuo y el primer paso para que se reconozcan y valoren sus aportaciones”, explicó.
