60 Años de Alfaguara. Un pilar en la literatura Hispanoamericana
Los valores que han permitido que el sello se consolide incluyen la atención personalizada a cada libro y al autor, el respeto a la obra y la relación cercana y continua con los autores, así lo describe Mayra González, directora literaria en PRH
José Pablo EspíndolaAlfaguara celebra sus 60 años con una mezcla de orgullo por su legado y entusiasmo por el futuro. Su capacidad para adaptarse, renovarse y mantenerse fiel a su espíritu original ha sido clave para su éxito.
En palabras de Mayra González Olvera, directora literaria en Penguin Random House (PRH), el viaje de Alfaguara es uno de vértigo y gratitud, marcado por un profundo respeto por los autores y lectores que han sido parte de su historia. A medida que la editorial continúa evolucionando, su compromiso con la calidad y la diversidad literaria promete seguir siendo una constante en el panorama literario hispanoamericano.
A sus 60 años, esta editorial no solo se mantiene vigente, sino que parece rejuvenecer con cada nueva publicación. González Olvera brinda una perspectiva única sobre el presente y futuro de Alfaguara, destacando su importancia en el mundo literario y su conexión especial con México.
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“Alfaguara se ve más joven, más vital y más curiosa,” comenta González Olvera, evocando palabras de Pilar Reyes, directora editorial desde España. Este espíritu de renovación constante es parte integral de la identidad del sello, que celebra seis décadas con un catálogo robusto y diversificado.
Dicho catálogo no solo incluye lo mejor de la literatura en español, sino también traducciones de obras fundamentales de la literatura mundial. En la actualidad, Alfaguara se encuentra en una etapa de consolidación y expansión, incorporando nuevas voces de toda Hispanoamérica. Esta labor es una tarea emocionante y necesaria, ya que el cambio generacional es inevitable y vital para la continuidad y frescura del catálogo.
México ha jugado un papel crucial tanto a nivel de lectores como de escritores. Desde su llegada en los años 90 con un proyecto panhispánico, Alfaguara ha nutrido y se ha nutrido de la rica tradición narrativa mexicana. La editorial ha sido el hogar de figuras emblemáticas como Carlos Fuentes, El naranjo marcó el inicio de una relación fructífera entre Alfaguara y los autores mexicanos.
A lo largo de los años, la editorial ha publicado a muchos escritores mexicanos que han resonado en otros países, como Elena Garro y Jorge Volpi. Además, la aceptación y éxito del Premio Alfaguara en México son testimonio del profundo arraigo de la editorial en el país.
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Según González Olvera, México es el mercado más importante para el premio, después del país de origen del ganador.
“En México no nos importa quién lo gana, de qué país es, con quién publicaba, el Premio Alfaguara se ha convertido ya un premio de prescripción en nuestro país. La gente, los lectores, están esperando cada enero el fallo y cada marzo están esperando en librerías cuál es ese nuevo premio que se está sumando ya a la lista”, comparte González.
Valores y cualidades de Alfaguara
Uno de los pilares que ha permitido a Alfaguara mantenerse relevante es el sentido de hogar que ofrece a sus autores.
“No queremos ser un hotel de paso, no queremos ser un Airbnb, lo que queremos es que la obra se quede con nosotros.
La editorial busca construir carreras a largo plazo, ofreciendo un acompañamiento permanente y un respeto profundo por la obra del autor. Este enfoque artesanal y personalizado es un rasgo distintivo que ha ayudado a crear relaciones duraderas y fructíferas con los escritores.
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A pesar de ser parte de un grupo tan grande como Penguin Random House, Alfaguara mantiene una atención especial en cada libro, entendiendo que cada obra requiere un cuidado y un ritmo particular.
Esta filosofía se traduce en un proceso editorial detallado y en un apoyo constante a los autores, tanto en la creación como en la promoción de sus obras.
Momentos clave
La historia de Alfaguara está marcada por momentos transformadores. Desde su fundación en 1964, con el objetivo de publicar literatura en español, hasta su expansión en los años 70 con traducciones de autores como Faulkner y Günter Grass, la editorial ha sabido adaptarse y evolucionar.
Uno de los hitos más importantes fue en los años 90, cuando Alfaguara se consolidó como un proyecto panhispánico bajo la dirección de figuras como Isabel Polanco y Juan Cruz. En México, este período vio el establecimiento de un verdadero catálogo nacional bajo la dirección de Sealtiel Alatriste, Marisol Schulz y más tarde, Ramón Córdoba.
La era digital en los 2000 también representó un desafío y una oportunidad para Alfaguara. La editorial navegó con éxito el auge del libro electrónico y, más recientemente, ha abrazado el formato del audiolibro, adaptándose a las nuevas formas de consumo de los lectores.
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Mirando hacia el futuro, Alfaguara se enfoca en dos frentes: el cuidado del fondo editorial y la incorporación de nuevas voces.
Mantener el fondo vivo implica no solo preservar la disponibilidad de obras clásicas, sino también encontrar maneras de presentarlas a nuevas generaciones de lectores. Esto puede incluir rediseños de portadas y nuevas ediciones que mantengan estas obras relevantes y accesibles.
Simultáneamente, la editorial busca continuamente nuevas voces que reflejen los cambios y diversidad de la literatura contemporánea. Este proceso de incorporación es vital para garantizar que el catálogo de Alfaguara siga siendo dinámico y representativo de la rica variedad de la literatura en español.