La oferta y la demanda laboral no parecen tan estables como en años anteriores, y aunque ese hecho puede suscitarse por muchos factores, es una realidad que las demarcaciones generacionales también influyen. En este sentido, un estudio reciente reveló por qué la generación Z, la más joven en edad laboral, es despedida rápidamente.
Intelligent.com, el sitio en inglés enfocado en información sobre educación superior, realizó una encuesta en la que entrevistó a 966 líderes empresariales sobre la contratación de nuevo personal, especialmente quienes encajan en las edades de los centennials (generación Z).
Uno de los primeros datos de este estudio fue que 3 de cada 4 empresas tienen problemas con las contrataciones de centennials; de estas, sólo el 25 por ciento se consideran exitosas.
De acuerdo con los responsables de las contrataciones, la mitad de fallas en ellas ocurren porque los nuevos trabajadores no presentan motivación ni iniciativa, tienen falta de profesionalismo o no poseen habilidades comunicativas.
Por lo anterior, 6 de cada 10 empresas tuvieron que despedir a los centennials que contrataron, que por lo regular son recién egresados de la universidad.
Según los testimonios de los encuestados, lo anterior sucede porque la vida académica de los recién egresados es tan fácil que no se les prepara lo suficiente para el mercado laboral, un lugar menos estructurado que requiere afrontar mayores desafíos.
Además, según la percepción de los gerentes, los centennials consideran que tienen derecho a todo y se ofenden con demasiada facilidad, por lo que los llamados de atención no son bienvenidos. Otro tanto opina que esta generación carece de ética laboral.
Este mismo estudio revela que 1 de cada 5 gerentes considera que los centennials no pueden gestionar su carga laboral, por lo que a veces desisten de ella de manera poco profesional. Además, tienen problemas de puntualidad y de código de vestimenta.
Otra de las desventajas que señalan en esta generación es que posee poca capacidad de observación del entorno, lo que no les permite reconocer la cultura empresarial, la interacción entre colegas y, por ende, obstaculiza su adaptación al nuevo empleo.
Al respecto, especialistas citados en el estudio consideraron que también es obligación de las empresas capacitar al nuevo personal y tener las consideraciones necesarias para otorgar la experiencia práctica a las nuevas generaciones que son los trabajadores del futuro.
Asimismo, señalaron que muchas de las empresas operan con sistemas de trabajo obsoletos que los centennials no están dispuestos a permitir, por lo que son determinantes en las exigencias de jornadas laborales menos agresivas que en décadas pasadas.