3D para la salud

Amigable y divertida. Así es como llega la tecnología de impresión 3D a los medicamentos, una opción para que cada paciente reciba sólo la dosis que requiere.

Hoy en día ya no es sorpresa que se impriman componentes para avión o prótesis para sustituir huesos en 3D, pero aplicada a los fármacos ha resultado, en sumo, esperanzador.

Imprimir los medicamentos permitirá también combinar en un solo comprimido dosis de varios principios activos, lo que a su vez hará que sea más fácil para el paciente seguir el tratamiento al reducir el número de tabletas que debe tomar cada día.

Fabiola Zurita Fabiola Zurita Publicado el
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El poder ajustar las dosis de cada uno de los principios activos es también beneficioso ya que permite tener en cuenta las posibles interacciones entre ellos

Amigable y divertida. Así es como llega la tecnología de impresión 3D a los medicamentos, una opción para que cada paciente reciba sólo la dosis que requiere.

Hoy en día ya no es sorpresa que se impriman componentes para avión o prótesis para sustituir huesos en 3D, pero aplicada a los fármacos ha resultado, en sumo, esperanzador.

Imprimir los medicamentos permitirá también combinar en un solo comprimido dosis de varios principios activos, lo que a su vez hará que sea más fácil para el paciente seguir el tratamiento al reducir el número de tabletas que debe tomar cada día.

Y para los más peques

Otra posibilidad que se estudia es la de jugar con la forma y color de los comprimidos y cómo se distribuye el principio activo dentro de éstos a la hora de imprimirlos.

Jugar con la forma y color los puede hacer más atractivos para un niño, que puede comerse un pequeño fantasma de color, por ejemplo, en vez de una aburrida pastilla blanca.

Variar con cómo se deposita el o los principios activos dentro del comprimido permite regular en qué parte del tracto intestinal se libera el principio activo y la velocidad a la que este se absorbe, lo que también tiene interés terapéutico.

Lo más curioso de todo esto es que se pueden usar impresoras 3D comerciales de uso doméstico para crear este tipo de medicinas, como han demostrado en la Escuela de Farmacia de la University College de Londres, donde ya se ha conseguido imprimirlos usando los procesos de modelado por deposición fundida y de estereolitografía con una impresora Replicator 2X y con una Form 1+ respectivamente.

Pruebas in vitro

Falta, de todos modos, tiempo para que veamos cómo estas técnicas se aplicarán en la práctica, ya que por ahora los resultados obtenidos son in vitro y aún hacen falta pruebas en animales y luego los correspondientes ensayos clínicos, por no hablar de una regulación, por ahora inexistente, del uso de impresoras 3D en farmacia, pero desde luego las posibilidades parecen intrigantes.

El primero en el mundo

En Estados Unidos ya se comercializa el primer medicamento impreso en 3D a escala industrial, en concreto comprimidos de Spritam, fármaco utilizado para tratar la epilepsia, gracias a un método de la empresa Aprecia llamado como ZipDose.

Este procedimiento permite incorporar dosis de hasta mil miligramos de principio activo en un solo comprimido, aunque ZipDose usa una tecnología denominada Powder-liquid three-dimensional printing, algo así como impresión en tres dimensiones de polvo-líquido, que no es fácil de usar fuera de las instalaciones del fabricante.

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