130 años de sonrisas en silencio

“Mi único enemigo es el tiempo”, dijo alguna vez Charles Chaplin, pensando que su vida terminaría, que podría ser olvidado en el futuro y que el legado construido se desvanecería al pasar de los años.

Pero el actor, productor, director, escritor y compositor se equivocó, porque a 130 años de su nacimiento, el ingenio que lo caracterizó sigue presente y es recordado como uno de los pioneros en la industria del séptimo arte.

Fue el primero, y a la fecha es el único artista, que ha tenido el control absoluto de todos los aspectos de sus proyectos, ya que se involucró en la audición, realización, actuación, escritura, dirección, edición y composición musical de sus películas.

Zurdo, de ojos azules, nacido en una familia empobrecida de Inglaterra, sus padres se dedicaban al espectáculo popular similar al vodevil, así fue como Chaplin incursionó en los escenarios a los cinco años de edad.

A los 13, abandonó por completo los estudios y persiguió su carrera actoral, apenas podía sostenerse económicamente y junto a su medio hermano, Sid Chaplin, mantenían a su madre que padecía de sus facultades mentales.

Los hermanos comenzaron a trabajar para el empresario teatral Fred Karno, quien también contrató al emergente Stan Laurel; eventualmente realizarían una gira por Estados Unidos, ahí fue donde Chaplin vio su oportunidad para triunfar a lo grande.

En 1913, el actor firmó contrato con Keystone Studios, ganando 150 dólares por semana y así emprendió en el naciente arte del cine en Los Ángeles, Estados Unidos.

Un año después, debutaría el personaje por el que fue siempre reconocido, El vagabundo, también conocido como Charlot, en el cortometraje Kid Auto Races at Venice, el resto es una historia de avalancha de éxitos en la meca del cine.

Pero no todo fue triunfo para el artista del cine mudo, ya que conforme avanzó en su vida, se convirtió en reflector de escándalos de todo tipo: el FBI le consideró miembro del Partido Comunista, se le señaló como desertor por no ir a la Primera Guerra Mundial, además de que sus relaciones con mujeres mucho más jóvenes, lo hacían objeto de chisme ante la prensa.

El amor perdido

Cuando comenzó a trabajar para Karno en 1908, conoció a Hetty Kelly, él de 19 y ella de 15. Chaplin encontró en la mujer un amor platónico que persistió a lo largo de su carrera, ya que constantemente contrataba actrices con su parecido físico. Ella falleció en 1918 debido a la pandemia española, pero el actor se enteró tres años después en una visita a Inglaterra.

La creación de Charlot

El icónico papel que Chaplin repetiría a cuadro fue concebido con toda la intención de que fuera una gran contradicción con el vestuario: pantalones holgados, un saco apretado, un sombrero pequeño, zapatos enormes y un fino bigote de cepillo de dientes, esto resaltaría inmediatamente al ser capturado en celuloide, lo que fue aplaudido por su jefe Mack Sennett.

Libertad de producción

Después de pasar por compañías como Keystone, Essanay, Mutual y First National, Chaplin fue rompiendo relación con cada una de ellas para mejor unir esfuerzos con sus homólogos Douglas Fairbanks, Mary Pickford y D.W. Griffith y fundar United Artists, productora que veía por los intereses de los actores por encima de los estudios comerciales.

Perseguido por el FBI

Señalado por J. Edgar Hoover, director del FBI, de tener nexos con el Partido Comunista, Chaplin mantuvo una relación ríspida con el gobierno estadounidense.

Escribió su vida

Para 1964, el cineasta publicó su primer libro en el que narró su vida, Mi autobiografía, el que posteriormente se utilizó como referencia para hacer la cinta de él, 10 años después lanzó Mi vida en películas, en el que platica más de su oficio detrás de la lente, aunque con un cariz de nostalgia ya cercano a la muerte. Falleció tres años después.

Homenaje en filme

Con Chaplin (1992) se hizo un retrato a la vida del artista, Robert Downey Jr. se vistió del británico, lo que lo hizo merecedor de su primera nominación al Oscar. Geraldine Chaplin, hija de Charlie, actuó como la madre del actor en el largometraje de Richard Attenborough, que cuenta con decenas de celebridades hollywoodenses como Kevin Kline, Anthony Hopkins, entre otros.

Condecorado internacionalmente

En 1921, fue condecorado por el gobierno francés por su destacado trabajo como cineasta, y fue elevado a la categoría de Oficial de la Legión de Honor en 1952, en su natal Inglaterra. 23 años después recibió el nombramiento Caballero Comandante de la Orden del Imperio Británico en la Lista de Honores de Año Nuevo, sin mencionar ninguna razón especial.

Opacado por la Academia

En lugar de ser premiado en múltiples categorías, se le otorgó un Oscar honorario en 1929 por haber actuado, escrito, dirigido y producido El circo, y 43 años después recibió uno más que destacó su “incalculable efecto que ha tenido al hacer las películas cinematográficas la forma de arte de este siglo. Al año siguiente, ganó por Mejor Música con Candilejas.