106 años de Octavio Paz: el único mexicano Nobel de Literatura

El 11 de octubre de 1990, la academia anunció al mundo que el mexicano de 76 años sería premiado por su amplia perspectiva internacional”
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Este 31 de marzo se cumplen 106 años del nacimiento del poeta, escritor y ensayista Octavio Paz Lozano, el primer mexicano en conseguir el Premio Nobel de Literatura (y el último…).

“Por su escritura apasionada y de amplios horizontes, caracterizada por la inteligencia sensorial y la integridad humanística” –explicó la Academia Sueca– se le otorgó este galardón al académico, quien perdió la vida en 1998, en la Ciudad de México. 

El 11 de octubre de 1990, la academia anunció al mundo que el mexicano de 76 años sería premiado por su amplia perspectiva internacional”

“Porque mira al mundo como si lo pronunciará. Su poesía consiste, en gran medida, de la escritura con y sobre las palabras. Se trata de exquisita poesía amorosa a la vez sensual y visual. Obras en las que Paz se vuelve hacia el interior de sí mismo de una manera nueva”, ensalzaba el comunicado.

Este premio tenía un elemento extra: fue el segundo consecutivo para la literatura en lengua castellana; el español Camilo José Cela lo obtuvo en 1989.

Incluso, desde Octavio Paz sólo a un escritor de habla hispana se le ha otorgado este galardón: en 2010 lo recibió el peruano Mario Vargas Llosa (20 años después).

LA ENTREGA Y EL DISCURSO

Octavio Paz llegó a Estocolmo con un séquito de 19 personas, entre ellos el expresidente de México, Miguel de la Madrid.

El poeta, novelista e historiador literario, además de integrante de la Academia Sueca de Literatura, Kjell Espmark, fue el encargado del discurso de presentación.

“Nuestra atención se centra en uno de sus representantes más brillantes: el poeta y ensayista mexicano Octavio Paz, destacado por su escritura, su pasión, su integridad y porque refleja en toda su obra su amor por su lenguaje”, presumió Espmark.

Paz subió al escenario con un frac negro –tal como lo indica el código de vestimenta establecido por la Academia– y leyó su discurso: La Búsqueda del Presente.

Entre aplausos, el escritor inició su discurso con la definición de la palabra Gracias, para reconocer el premio y a quienes se lo otorgaron.

Una palabra que todos los hombres, desde que el hombre es hombre, han proferido. Una palabra que tiene equivalentes en todas las lenguas. Y en todas es rica la gama de significados. En las lenguas romances va de lo espiritual a lo físico, de la gracia que concede Dios a los hombres para salvarlos del error y la muerte a la gracia corporal de la muchacha que baila o a la del felino que salta en la maleza.

Gracia es perdón, indulto, favor, beneficio, nombre, inspiración, felicidad en el estilo de hablar o de pintar, ademán que revela las buenas maneras y, en fin, acto que expresa bondad de alma. La gracia es gratuita, es un don; aquel que lo recibe, el agraciado, si no es un mal nacido, lo agradece: da las gracias. Es lo que yo hago ahora con estas palabras de poco peso.

Paz recibió finalmente una medalla de manos del rey de Suecia, Carlos XVI Gustavo, un diploma y un premio de 700 mil dólares que lo acreditó (e inmortalizó) como el primer mexicano que obtuvo el Premio Nobel de Literatura.

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