Yunes, Camacho Solís, Cordero, y el cinismo advertido por JLP
“Los idus de marzo ya han llegado”: Julio César.
“Sí, pero aún no han acabado”: El vidente.
Con estas dos frases y una pregunta se puede resumir lo que la Sedesol y los procesos electorales, han provocado en el país.
¿Quién o quiénes, desde el gobierno federal y de las Cámaras de Diputados y de Senadores, apoyan a Madero, a Cordero, a Miguel Ángel Yunes, a Zambrano, a Acosta Naranjo y a Jesús Ortega?
El Faraón“Los idus de marzo ya han llegado”: Julio César.
“Sí, pero aún no han acabado”: El vidente.
Con estas dos frases y una pregunta se puede resumir lo que la Sedesol y los procesos electorales, han provocado en el país.
¿Quién o quiénes, desde el gobierno federal y de las Cámaras de Diputados y de Senadores, apoyan a Madero, a Cordero, a Miguel Ángel Yunes, a Zambrano, a Acosta Naranjo y a Jesús Ortega?
Es un hecho real la denuncia documentada en contra de la Secretaría de Desarrollo Social y su intento de involucramiento en la jornada electoral del próximo Julio.
Pero también es una realidad el cinismo con el que se manejan ciertos personajes de la vida política nacional, especialmente Yunes, Cordero, Camacho Solís, Zambrano y el propio Miguel Ángel Mancera.
Vamos por partes: durante el foxiato y el calderonato, por la Sedesol, pasaron Josefina Vásquez Mota, Ana Teresa Aranda Orozco, Beatriz Zavala, Ernesto Cordero Arroyo, Heriberto Félix Guerra. Todos ellos nunca estuvieron al margen de lo que se hizo en las elecciones celebradas en dos sexenio panistas. También utilizaron el hambre como arma de control electoral.
Porque del año 2000 al 2012, desde el “Gobierno Central” se designaron a todos los responsables de Sedesol, CDI, IMSS, Oportunidades y Conagua, entre muchos otros. Estos delegados solamente recibían órdenes del centro. Nada más.
El cinismo como práctica común.
Miguel Ángel Yunes Linares, un priista a morir (claro, en su momento), hoy un panista hasta la ignominia, es parte de un rompecabezas de la política nacional; dicen los que saben que, como titular del Issste, Yunes tenía la fortuna de que ciertas constructoras ganaran licitaciones multimillonarias. Que su pleito con Elba Esther, su gran amiga, fue por millones de pesos. Y que su hijo estuvo como delegado panista de Oportunidades en Veracruz, donde cometió las mismas trapacerías que hoy denuncia.
Hoy, el expriista Yunes Linares profesa y presume gran admiración hacia un funcionario del gabinete presidencial, y una gran amistad con un diputado federal priista.
Otro ejemplo, la senadora por Tlaxcala, Adriana Dávila, quien durante la comparecencia de Robles Berlanga, se desgarró las vestiduras por el uso electoral de los programas sociales, de pronto se olvidó que su esposo fue delegado de Oportunidades, en esa entidad, donde en elecciones se cometieron los mismos pecados.
Hasta ahora nadie sabe las razones que movieron a Miguel Ángel Mancera a entrar al sainete, olvidando las formas y el fondo electorales con las que ganó la jefatura del gobierno de la ciudad de México. Dechado de virtudes en este rubro, definitivo, no es el Jefe Mancera.
Lo mismo ocurre con Manuel Camacho, quien desde el PRD ataca lo que él, en su momento, fomentó. El ahora senador perredista, también tuvo su lapsus, pues como todopoderoso estuvo a cargo de lo que hoy es la Secretaría de Desarrollo Social.
Más cinismo aparece cuando se observa la actitud de hoy de Ernesto Cordero y la que tenía cuando estuvo al frente de la Sedesol, desde donde promovió su frustrada candidatura presidencial.
A todo esto se agrega la Sedesol de Rosario Robles, dependencia que solamente ha favorecido a los partidos políticos y ha perjudicado a la población nacional.
Lo incontrovertible de todo lo que han hecho con Sedesol, son las cifras de Coneval, que develan gobiernos simuladores:
-Hasta el 2011, millones de mexicanos (21.8), carecían de los ingresos para satisfacer sus necesidades alimenticias básicas. Es decir, que el 19.4 por ciento de la población nacional está al margen de lo que es una alimentación aceptable.
– Los demagogos profesionales, huéspedes de la residencia oficial de Los Pinos (léase los Fox y los Calderón, etc.), fueron incapaces de brindar “a uno de cada cinco mexicanos un ingreso que les permitiera comer”.
-Las familias de las regiones rurales están en una condición peor, pues les es imposible ganar 684 pesos al mes y, en consecuencia, también están ubicados fuera de la Canasta Alimentaria.
-El Coneval, entre sus muchas cifras, refiere que “solamente en el 2008, el porcentaje de mexicanos que no podía adquirir una Canasta Alimentaria, fue de 16.7 y aumentó al 19.4 por ciento”.
Diputados, senadores y dirigentes de partidos políticos se han enfrascado en una discusión de la cual, el hambre o la hambruna que padecen millones de mexicanos, es el eje central.
Unos afirman que el hambre se ha convertido en un arma electorera. Otros, devuelven, que el Pacto por México es un instrumento que solamente sirve para el chantaje de la oposición.
Nosotros, simplemente recordamos la frase lapidaria de López Portillo (1976-1982): “México está a punto de convertirse en un país de cínicos”.