Hoy por el título de la Copa Confederaciones en disputa, por cierto, el único título que no ha ganado la selección española, se nos entrega esta combinación que no podría ser mejor y conste, no hago menos ni a Italia, ni a Uruguay que más que dignos semifinalistas estuvieron al nivel de los que sí alcanzaron la Final, solo que, una vez más, los partidos se ganan con goles, Brasil los hizo ante Uruguay y en los penaltis España vuelve a hacerle la jugada a los italianos
¡A por ellos!
Es el grito de guerra de la afición española que a partir de ya, se escucha de arriba abajo y de lado a lado, en el único elemento espontáneo que unifica a todas las voces españolas, incluidas las de vocación separatista allá en Cataluña o en los países vascos. “La Roja”, como ellos la llaman, los aglutina a todos y es por esto que el grito de ¡a por ellos, a por ellos!, se escucha ya como el canto de guerra de esta selección española. Mientras que por acá el ¡Brasil, Brasil! es interminable, que se sigue bailando y cantando para el país que ha tenido el privilegio de contar con el futbol más dominador del mundo.
La prueba es que han estado presentes en más de 40 finales en torneos oficiales de FIFA y conste, esto no es poca cosa, se llama jerarquía y tradición.
España favorito
Tengo que dar a España por default como favorito, no solamente por ser el actual campeón del mundo y bicampeón de Europa, sino porque esa jerarquía pesa en el rival, pero también se ha convertido en el extra de los jugadores que portan “La Roja”, que suelen dar partidos en donde parece que han llegado al límite del cansancio físico o creativo y de pronto sacan fuerza, precisamente de esa jerarquía y dominio, para salir adelante tal y como ocurrió ante esta Italia que los puso a temblar en los primeros 20 minutos, y después fue un partido tan de tú a tú que no había forma de definirlo, por eso se fueron a los penaltis, en donde en las series obligatorias resultaron prefectas, y como alguien tenía que fallar, le tocó desafortunadamente a Bonucci, el central de la Juventus que vuela su disparo para dejarle entonces la responsabilidad a Navas, quien sin pensárselo mucho, anotó tratando de engañar pero superando al porterazo Gianluigi Buffon.
España saca fuerzas de donde sea para reponerse con más de 24 horas en desventaja a Brasil, que desde la cómoda cama de su habitación vio el partido, para después dormir en el día de descanso con que el calendario los favoreció, pero aun así España sigue siendo favorito para ganar esta Copa Confederaciones.
El único que les falta
De aquella serie de penaltis en los cuartos de final de la Copa de Europa de 2008, Italia y España se fueron a la prórroga igual que ahora, y después de los tiempos extras en los penaltis, surgió la figura de Iker Casillas, quien detuvo dos para dejar en el caminos a los italianos y comenzar la historia de España la Grande en el futbol.
Vino Rusia al que le metieron 3-1 y luego la Final contra Alemania con ese gol del “Niño” Torres sobre Oliver Kahn. Comienza la historia de títulos y la leyenda del futbol español que ha sabido reinventarse, dejando jugadores en el camino y sustituyéndolos como piezas de ajedrez en un grupo en el que cada quien conoce su papel y los egoísmos se han quedado afuera.
Brasil, siempre es Brasil
Por supuesto el juego será muy parejo, ante un Brasil que nos ha sorprendido a todos comenzando por ellos mismos al engancharse en esta Confederaciones ganando partidos con mucha autoridad, contando con el factor sorpresa, que ahora ya no lo es tanto, de tirarse a matar en los primeros 15 minutos tal y como lo hicieron ante Japón y nosotros para luego darse el agarrón con Italia y esperar al rival más complicado del “Scratch”, Uruguay que también tuvo a los brasileños en un puño.
La presión para Brasil se va a dar curiosamente por ser el equipo de casa, la torcida brasileña formada por más de 200 millones de habitantes dan por descontado el título, solo que enfrente tienen a la España casi perfecta, la de Vicente del Bosque que se ha sabido reinventar, la que parte como favorito para ganar este, el único título que falta en sus vitrinas… Así de fácil.
