Y un merengue lo aplastó…

Ni duda cabe que los coordinadores de las bancadas panistas traen el santo volteado. 

Y todo por no respetar la vieja regla de que a la esposa del César no le basta con ser honrada, sino también tiene que parecerlo. 

O dicho en otras palabras, los políticos no deben hacer cosas buenas que parezcan malas, y mucho menos hacer cosas malas que parecen malas.

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Ni duda cabe que los coordinadores de las bancadas panistas traen el santo volteado. 

Y todo por no respetar la vieja regla de que a la esposa del César no le basta con ser honrada, sino también tiene que parecerlo. 

O dicho en otras palabras, los políticos no deben hacer cosas buenas que parezcan malas, y mucho menos hacer cosas malas que parecen malas.

Y es que no por ser senador de la República y coordinador de la bancada del PAN, Jorge Luis Preciado tiene derecho a brincarse las trancas al empezar la construcción de un castillo sin permiso de construcción. 

De ahí que en cuanto se enteró, la alcaldesa perredista de Cuauhtémoc, Colima, Indira Vizcaíno, ordenó la suspensión de la construcción del castillo.

Conmover para mover

Si no fuera por la Reforma Fiscal y por el bajo crecimiento económico habido en los últimos dos años, es bien poco lo que se le puede reprochar al presidente Enrique Peña Nieto. 

Y es que a fuerza de ser objetivos es justo reconocer que el presidente de la República ha hecho mejor las cosas que sus antecesores Vicente Fox y Felipe Calderón. 

Sin embargo, todo estaría mejor si los responsables de hacer el discurso presidencial, hicieran mejor su trabajo. 

Y es que todavía no han logrado incorporar frases atractivas en los discursos presidenciales, para que el presidente de la República “conecte” emocionalmente con la gente. 

En esto vale recordar que una de las grandes virtudes de Winston Churchill fueron precisamente sus discursos.

Si lo que sigue es mover a México, ¿no se requiere también conmover a México? 

Prosperan las “oportunidades”

No está bien cambiarle el nombre a los programas sociales sin que exista una justificación para hacerlo. 

Y es que como en cualquier cambio de “marca”, habría que invertir nuevamente una buena cantidad de millones en publicitarla, para que todo mundo la conozca. 

Ayer desapareció “Oportunidades” y le cedió su lugar a “Prospera”. 

Según la explicación presidencial, el cambio de nombre se justifica. 

Y es que Prospera ya no será solamente un programa asistencial, porque también se ofrecerán apoyos para que la gente pueda mejorar su condición a partir de su propio esfuerzo.

Por ejemplo, el gobierno federal otorgará becas para estudios universitarios y estudios técnicos superiores, así como facilidades de acceso a 15 programas productivos.

Ojalá.

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