Hace ya casi dos meses que el gobierno de Jalisco anunció el famoso Plan de Austeridad para reducir los gastos de los funcionarios de altos niveles.
El secretario de Planeación, Administración y Finanzas, Ricardo Lomelí, presentó la medida con el gobernador, pero a la fecha no se ha dado ningún avance del recorte en las finanzas; de hecho Lomelí ha tenido muy poca presencia en medios desde entonces.
Lo cierto es que tampoco se ha visto que Sandoval Díaz y sus secretarios de Estado reduzcan sus gastos: los más de 40 elementos de seguridad que acompañan a todos lados al gobernador –incluida una ambulancia- y las dos patrullas que cuidan la casa del secretario de Educación, Francisco Ayón, contrastan con los recortes.
También contrastan los sueldazos, no solo de los secretarios de Estado, sino también de personajes como los subsecretarios y algunos directores que son equivalentes a los de los funcionarios del más alto nivel.
Politizan Casa Hogar Cabañas
El jaloneo de puestos en el gobierno del estado llegó hasta la Casa Hogar Cabañas en donde después de 18 años sufrió cambios su directiva.
Todo parece indicar que el pago de favores operó en la distribución de los espacios. La directora María Amparo Díaz Morales fue remplazada por una figura priista, Irma Cano, exregidora de Guadalajara y ligada al grupo Universidad.
Como presidenta de la asociación se nombró a Salud Ramírez, ícono priista cuyos familiares también están dentro de la nómina.
Y es que aparentemente las venganzas electorales parecen continuar, pues se rumora que a ojos del titular de la Secretaría de Desarrollo e Integración Social, Salvador Rizo, la actuación del equipo de Díaz Morales durante la campaña fue desfavorable para el hoy gobernador y favorable para Enrique Alfaro.
