¿Y dónde queda el fondo?

Es un hecho, este es el peor TRI de mucho tiempo, ha jugado un año espantoso, estos de la Copa Oro y aquellos de la Confederaciones y la eliminatoria mundialista, cada partido jugado suponemos, pensamos, que no puede haber otro peor. Hace dos partidos ante las “potencias” Martinica y Trinidad y Tobago, sacando esas victorias de angustia, parecía que ya veníamos de regreso del fondo, nada de eso, este Tri del  “Chepo” está sumergido en un remolino sin fin y lo peor, parece que aun no toca fondo.

HUMILLANTE,  HASTA PANAMÁ NOS SUPERA

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Es un hecho, este es el peor TRI de mucho tiempo, ha jugado un año espantoso, estos de la Copa Oro y aquellos de la Confederaciones y la eliminatoria mundialista, cada partido jugado suponemos, pensamos, que no puede haber otro peor. Hace dos partidos ante las “potencias” Martinica y Trinidad y Tobago, sacando esas victorias de angustia, parecía que ya veníamos de regreso del fondo, nada de eso, este Tri del  “Chepo” está sumergido en un remolino sin fin y lo peor, parece que aun no toca fondo.

HUMILLANTE,  HASTA PANAMÁ NOS SUPERA

Nada más escuchar el silbatazo inicial y la selección  de Panamá pone en la cancha las habladurías y amenazas que estuvieron lanzando durante la semana: “ya no hay respeto a  nuestro Tri,los de  México juegan predecibles, se les puede ganar, ya no son favoritos” y así sin tener que anunciarlo mucho, asumen riesgos, toman inciativa, buscan la pelota para tenerla y controlarla y lo que más nos duele, nos presionan desde la salida en nuestro campo, y si se puede hasta en nuestra propia área. 

Así con todo y la cancha espantosa de césped natural sobre la alfombra artificial, nuestro Tri alterno intuye y reconoce este riesgo asumido por Panamá y que podría tomarse de dos maneras, o recuperar y aprovechar los espacios de un equipo que no se viene a encerrar  o…

DUDAR Y FALLAR

Desafortunadamente a los nuestros les ocurre precisamente esto último, cuando a los 13 minutos de sufrir estos embates Panameños ( increíble, no es Holanda o Alemania,  !es Panamá por Dios!) es precisamente en una salida aparentemente controlada que Alex Castro, el de Cruz Azul, pierde el balón de forma espantosa, terrible, para dejar a los panameños de frente a nuestro arquero Jonathan, quien solo se tira para la foto. En ese 1-0 para Panamá terrible, ante la incapacidad de los nuestros, que con frustración ven cómo se nos viene la noche en un tobogán que parecía haberse detenido en el piso firme, pero del que no parece que hayamos visto ni el final ni el fondo, los panameños festejan, pero no se alocan, se sienten y en ese momento son, superiores ante este equipo mexicano timorato y lleno de inseguridades, en donde nuestros dos delanteros…

JIMÉNEZ Y MÁRQUEZ LUGO, TRONCAZOS…

Así se ven y así se muestran, no toman un balón, no lo retienen, no dan un pase franco, no intentan nada especial, se contagian de mediocridad observando cómo los encargados de acarrearles los balones ya ni los toman en cuenta, y así Luis Montes, el de León y Marco Fabián el de Chivas, deciden sin aspavientos y sin mirar a la banca en donde “Chepo” y el “Yayo” se desgañitan en frustración, asumen la responsabilidad de no solo llevar los balones, sino de intentar definir. 

Es el momento en que Marco Fabián saca el talento individual, haciendo una faena al lateral panameño para centrar a segundo poste, ignorando a los dos centro-delanteros mexicanos, cuya inoperancia es desesperante, encontrando a Luisito Montes, quien con un excelente cabezazo aun y a pesar de ser el más chaparrito del grupo, es el empate que nos devuelve el alma al cuerpo, el que frena el embate panameño, dejando a los nuestros con la iniciativa que, una vez más, no aprovechamos, hundiéndonos en esa mediocridad aberrante.  

MEDIOCRIDAD SIN OFICIO 

Arrancamos el segundo tiempo de la misma forma en que terminamos el primero, mediocres, apáticos, inoperantes, por ahí se nos presenta una, pero Raúl Jimenez ha olvidado todo aquello que lo hizo destacar, aunque sea por un ratito en el América, esa fallota en el minuto 55 cuando el “Chatón” lo deja solo dentro del área a la altura del manchón penal, sacando un chutazo espantosamente chueco que casi sale de banda, un desastre de jugador. Luego le dejamos la iniciativa a los panameños, sin que aparentemente no pase nada, regalamos un córner exactamente igual como habíamos regalado faules innecesarios, el centro es al área chica y ahí aparece  el panameño Román Torres. quien hasta sonríe ante la débil  marca de Joel Huiqui, que lo deja rematar tan mal que le pega con el hombro y la mete para ponernos, una vez más, a temblar.  

Luego los amontonamientos, las precipitaciones, algunas llegadas por los costados que terminan chorreadas por Marco Fabián y sí, Raúl Jiménez, porque Rafa Márquez Lugo ya ni siquiera aparece hasta que se va de cambio por la vía de la vergüenza.

Los cambios son de pánico, “Chatón”, “Chuletita” y Brizuela el de Toluca, al que se le presenta un mano a mano por encima del portero Penedo, quien desvía con las uñas, robándole el empate.

Luego al 88’ el “Chuleta” remata de palomita, tirándola afuera, puros errores, imprecisiones en intentos desesperados de forma individual.

Así las cosas pues, hay derrotas que duelen, triunfos y resultados mentirosos, pero este ridículo que hicimos ante Panamá lo rebasa todo. Perdimos el rumbo, el estilo, la confianza, la seguridad y peligrosamente no encontramos ni el fondo, ni el “Chepo” tiene las respuestas… Así de fácil. 

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