En días pasados el presidente de la república en su acostumbrada “conferencia mañanera” ocupa buena parte del tiempo que destina a comunicar los temas de su interés personal, así como las emociones personales que experimenta durante cada día, para abordar diversos aspectos del tema que hoy por hoy es su prioridad personal; (por encima de la inseguridad, pobreza, enfermedad, ignorancia y confrontación de la población atizada por el propio gobierno) la sucesión presidencial.
En este sentido, el presidente se ocupa permanentemente en dirigir de principio a fin el proceso interno de selección de la candidata de su partido Morena. Durante un largo tiempo actuaron prácticamente sin oposición al frente, en un escenario nacional dispuesto en exclusiva únicamente para las corcholatas de morena. Con un público espontáneo, cautivo, indiferente y sin esperanza, (sociedad plural y diversa) como observador pasivo, en una cancha deportiva ocupada solo por un equipo, compitiendo contra sombras.
Con este escenario el triunfo de Morena para el 2024, sobre una oposición “moralmente derrotada” parecía inminente.
Hasta aquí, todo marchaba sobre ruedas, favorablemente a los intereses del palacio nacional, pero similar a lo que ocurre en las película de suspensos, ocurrió un evento inesperado, que si bien es cierto no fue un “como un anillo para el dedo del presidente”, fué ahora como, ”un balde de agua helada” “un calambre en la pierna” o simplemente un “preocupante vagido” que alteró las visión de las certezas y temores entre los participantes interesados, comenzando con el propio presidente.
En este sentido, la irrupción de Xóchitl Gálvez en la competencia presidencial fue por demás disruptiva. Este acontecimiento, sumado a la estrategia de la oposición al régimen que días antes se reagrupó en el Frente Amplio por México, cambió radicalmente las perspectivas de los jugadores de ambos flancos y también, las expectativas de los ciudadanos y electores, acerca de los escenarios posibles que ocurrirán en las próximas elecciones federales y estatales donde los ciudadanos, deberán hacer su parte.
Las cosas que están sucediendo en el escenario nacional son las consecuencia de las estrategias de lucha utilizadas por el régimen, mismas que se imponen desde el palacio nacional, siendo cada vez, más intensas, y porque no decirlo, peligrosas.
Seguiremos observando estrategias y consecuencias de los participantes a lo largo de un año más. Estos hechos alteran la vida nacional en todos los sentidos, incluyendo lo que mayormente preocupa a quién esto escribe; el quebranto de la paz social, consecuencia de la práctica cotidiana de violencia política y sicológica, que ha llegado al peligroso punto, de convertir las palabras del presidente, en balas y flechas para sus opositores, en actos de intimidación y mortales atentados, contra todos aquellos que discrepan de las formas y consecuencias de la gobernanza del régimen.
Especial reflexión es la extraordinaria recepción de confianza y respaldo para Xóchitl Gálvez que alcanzó niveles sorprendentes en unas cuantas semanas, hecho que proporcionó una profunda bocanada de oxígeno entre la población interesada. Ni los mejores consultores lo habrían logrado. Ella es una mujer de enorme valía, un raro ejemplar de múltiples cualidades positivas, al grado de ser considerada actualmente, en la percepción de buena parte de la sociedad, como la próxima presidenta de la república.
Frente a este contexto, el presidente se ha mostrado implacable en sus diarios ataques al frente opositor, especialmente, dirige sus misiles contra lo que considera su mayor amenaza; Xóchilt Gálvez.
Previo a la orden de la autoridad electoral dirigida al presidente, de suspender de inmediato los ataques contra sus opositores políticos, expresó en la mañanera, un mensaje altamente preocupante, que transcribo puntualmente, porque en mi opinión representa una frontal amenaza a la población que se opone a sus mandatos:
«Como no les funcionó lo de Xóchitl, los conservadores opositores, ahora van a enfocarse a generar violencia”.
En el gobierno “estamos preparándonos”.
(policías, guardia nacional, fuerzas armadas siervos de la nación, aparato del estado) porque como ese globo no les funcionó, ahora los conservadores corruptos, “nuestros enemigos están destinando todas sus baterías para generar violencia”.
No se dejen manipular…
En cuanto a la ésta declaración del presidente acerca de que, ante la “carencia de candidatos competitivos” su opositores, van a recurrir a la violencia, puede advertir que el fondo de la intención presidencial, fue un llamado a la acción de sus seguidores, con la falsa alarma, de la presencia de una “peligrosa amenaza para el régimen”
Esta declaración presidencial me recordó un breve cuento callejero y sabio, que muestra el poder maligno de la manipulación de la verdad.
Un perro se acercó a los pies de un taquero que despachaba tacos a su público, esperando que le dieran algo que comer.
El carnicero lo corrió con una patada en el hocico gritándole que se fuera de ese lugar.
El perro se alejó. Al poco tiempo, el perrito atraído por el olfato, regresó al mismo lugar, buscando algo que comer.
Cuando el carnicero nuevamente se dio cuenta de la molesta presencia canina, lo volvió a correr con un puntapié, al tiempo que le gritó una amenaza
—si vuelves aquí, te voy a difamar, te voy a difamar —vete de aquí perro insolente.
Una vez más regresó al lugar el perrito hambriento.
Cuando el taquero se dio cuenta de la insoportable presencia del perro, comenzó a vociferar ante sus clientes, con tono de advertencia
—¡cuidado¡, ¡cuidado que este perro tiene rabia¡
Cuando uno de los clientes escuchó el grito de alerta que emitió el perturbado taquero, alarmado sacó una pistola y sin más, con actitud de protector ciudadano, mató al perro de un tiro.
En nuestra realidad política no hay ni taqueros perturbados que, por salvar su puesto, manipulan con mentira a su clientela, tampoco hay perros que ignoran un peligro.
Esta reflexión pretende poner al descubierto, las peligrosas intenciones soterradas que se ocultan dentro de una declaración presidencial, y hacer un vehemente llamado a la prudente sabiduría que demanda el arte de gobernar.
Reconozco que en la filosofía política, diálogo, resistencia, tolerancia, rebelión, derecho de rèplica, denuncia, son entre muchos otros, derechos, recurso ciudadanos para actuar contra una tiranía, gobierno opresor, gobierno en descomposición o simplemente, son recursos generar equilibrios y contribuir al desarrollo de una nación.
Como un simple ciudadano del mundo, aspiro a que los gobernantes en el mundo de cualquier signo político, particularmente en mi país, se den tiempo para revisar el diccionario de la real academia de la lengua, refrescar el significado de SABIDURÍA.
La urgencia ciudadana es que se gobierne con sabiduría, que los gobernantes en turno practiquen entre otras definiciones, el arte de vivir con prudencia.
Si algo requieren nuestros gobernantes, es precisamente, que gobiernen con sabiduría, prudencia y justicia.
Espero que la sociedad y el gobierno en nuestro país, juntos, evitemos que las pasiones políticas se desborden. De no hacerlo, el costo sería lamentable.
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