Vender arena en el desierto

Mientras que el enfoque del público actual está centrado en la depreciación del peso, la preocupación para las finanzas de México se centra en la continua caída del petróleo.

En el último año, el peso ha vivido una depreciación del 30 por ciento, una depreciación modesta si se comparan contra muchos países emergentes con depreciaciones arriba del 50 por ciento. A diferencia, el precio del crudo mexicano ha caído casi un 70por ciento. 

Francisco Fierro Francisco Fierro Publicado el
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Mientras que el enfoque del público actual está centrado en la depreciación del peso, la preocupación para las finanzas de México se centra en la continua caída del petróleo.

En el último año, el peso ha vivido una depreciación del 30 por ciento, una depreciación modesta si se comparan contra muchos países emergentes con depreciaciones arriba del 50 por ciento. A diferencia, el precio del crudo mexicano ha caído casi un 70por ciento. 

El 34 por ciento del gasto federal mexicano proviene de las ganancias del petróleo. Esto significa que, independiente de cambios en la producción petrolera, el país tendrá que reducir en un 20 por ciento su gasto federal para el siguiente año. 

Con las ganancias petroleras en el suelo, estrategias enfocadas en cortar costos y productores empezando a analizar si les rinde más dejar el petróleo en la tierra y sacarlo en algunos años; México se prepara para la muy anticipada Ronda Uno de campos para explotación.

Este 30 de septiembre, se subastarán cinco contratos de producción compartida en nueva campos del sureste mexicano. A diferencia de la subasta pasada, estos campos si están enfocados en producción, y estiman ser los contratos que primero darían dividendos. 

Entendiendo la dificultad de vender arena en el desierto, la Comisión Nacional de Hidrocarburos decidió alterar un poco las reglas de la siguiente Ronda de subastas de campos. 

En la ronda pasada, en lugar de ser la celebración de la apertura del mercado energético mexicano, al solo tener dos ofertas, de catorce, por encima del porcentaje que había propuesto en secreto la CNH, generalmente se entendió como un fracaso. Ya sea porque hubo propuestas de operadores que no alcanzaron el porcentaje que pedía el gobierno, o que los campos exploratorios a ofrecerse no eran muy atractivos, la impresión fue de una oportunidad fallida.  Ante tal especulación, ahora la CNH publicará el porcentaje mínimo de ganancia para el gobierno que un operador debe proporcionar para quedarse con el campo.

La lógica es que no se tendrán operadores haciendo propuestas por debajo de lo que pide el gobierno, lo cual dará una mejor imagen, a costa de que el señalamiento por parte de la CNH probablemente reducirá el porcentaje propuesto por operadores. 

A estas alturas, CNH tiene que colocar campos aunque sea con un porcentaje bajo de retención federal. Si ya son campos que Pemex no tiene la capacidad o la inversión necesaria para explotar, y con la perspectiva en el mercado tan negativa, lo último que quieres es quedarte con campos sin dueños. Por el bien de nuestras finanzas federales, y todo el impulso económico que eso conlleva.

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