Vientos de renovación sin duda en el beisbol, no en la Liga Mexicana ni en la Liga del Pacífico, que sin duda son dos ligas ejemplo, sobre todo por la forma de convivir entre ellas.
Hay que recordar que la Liga Mexicana de Beisbol, en donde hoy los campeones son los Tigres de Cancún y los anteriores los Diablos Rojos del México, termina la temporada justo cuando el verano está por irse.
Y la llamada Liga Mexicana de Invierno, que antes fue la de la Costa del Pacífico, que culmina con el campeón de la Liga Mexicana de Invierno, el cual nos representa en la Serie del Caribe con equipos como Panamá, Venezuela, Puerto Rico y recientemente se ha sumado Cuba.
Pues estas ligas tienen una gran armonía porque muchos jugadores de una se emplean en la otra porque no se empalman y además vienen jugadores de Grandes Ligas, en fin, están muy equilibradas.
¿Quién es el estorbo ahí?, pues es el desarrollo del beisbol, que por 30 años han padecido al Teniente-Coronel Alonso Pérez, que ha estado eternizado por un tiempo también en la Confederación Deportiva Mexicana (CODEME), y hay muchos cochupos por parte de la administración que preside el Teniente-Coronel, 30 años de vicios, rémoras, anécdotas.
Hay ligas de niños que están desconocidas por la Federación porque esta no recibe lana. En fin, el desarrollo del deporte está atorado.
Se reunieron hacer unos días los principales jerarcas de las dos ligas, del Pacífico y del Verano, Pepe Maíz estuvo al frente de la Liga Mexicana del Verano y estuvo Omar Cañizales de la Liga del Pacífico.
Al final de cuentas, la solicitud directa de Alfredo Castillo, de la Comisión Nacional del Deporte es muy clara, que se vaya Alonso Pérez, que se reestructure la Federación Mexicana de Beisbol y se pone incluso ya, el nombre de quien sería un extraordinario directivo, Ismael “El Rocket” Valdez, el orgullo de Ciudad Victoria, grande entre los grandes en el beisbol, pero sobre todas las cosas limpio por los cuatro costados.
Ya es justo, ya es necesario, que no solamente en el beisbol, en el basquetbol, lo que ocurre en el beisbol afortunadamente es que las ligas profesionales están muy por encima de lo que dice Alonso Pérez, que ya tendría que irse, pero son modus vivendi más que modus operandi, es muy distinto al basquetbol, porque ahí las ligas profesionales y semiprofesionales están encontradas, punteadas y este mar revuelto quien lo aprovecha es Jorge Toussaint y sus hampones y sus secuaces.
