Una vez más…

Por oficio, Osorio Chong no le da la vuelta a dar la cara para atender los cuestionamientos, eso suele fallarle a Meade. Y no es que hablemos muchos de él, sino que Meade da mucho de qué hablar.

Tratándose de Rápido y Furioso y del espionaje a gran escala desde el exterior, el canciller aplica a los perpetradores el látigo de su silencio. Ahora fustiga el cinismo del inmaduro venezolano con su ausencia en escena.

Como evitar el hablar de un tema lastimoso más de la política exterior mexicana, que se confunde con la organización de eventos a la que asisten extranjeros. 

Gabriel Reyes Orona Gabriel Reyes Orona Publicado el
Comparte esta nota
No queda claro si fue un desvío de ruta accidental, una falla técnica o una incursión relacionada con el crimen organizado

Por oficio, Osorio Chong no le da la vuelta a dar la cara para atender los cuestionamientos, eso suele fallarle a Meade. Y no es que hablemos muchos de él, sino que Meade da mucho de qué hablar.

Tratándose de Rápido y Furioso y del espionaje a gran escala desde el exterior, el canciller aplica a los perpetradores el látigo de su silencio. Ahora fustiga el cinismo del inmaduro venezolano con su ausencia en escena.

Como evitar el hablar de un tema lastimoso más de la política exterior mexicana, que se confunde con la organización de eventos a la que asisten extranjeros. 

Mientras que los mexicanos pedían explicaciones acerca de cómo era posible que se hubiera derribado una aeronave de matrícula nacional, la Secretaría de Relaciones Internacionales llevaba al cabo –como evento mercadotécnico– una acreditación más de representantes del exterior. Mamparas, reflectores, edecanes y otros “avances” en el convite, sustituyeron al  formal y solemne evento.

No queda claro si fue un desvío de ruta accidental, una falla técnica o una incursión relacionada con el crimen organizado, pero lo que sí queda claro es que el acto hostil fue llevado al cabo violentando todo procedimiento y protocolo aplicable a situaciones que involucran a civiles nacionales de otro país. 

Un gobierno militar, sin recato alguno trata con desprecio y poco decoro a aquel canciller, que cometiendo un error inaceptable, fue el primero en reconocer a un gobierno cuestionado por la oposición de aquel país.

A la fecha otro tema también ha sido condenado a la sombra, el tema de la rendición de cuentas de los apoyos en equipo y numerario procedente de la Iniciativa Mérida. Pues resulta que lo que aparece en los registros del vecino país, no cuadra con lo reportado como recibido con cargo a dicho acuerdo. 

No son solo camionetas de paradero desconocido, sino que equipos tácticos de toda índole, que no fueron registrados con apego a la norma. 

En el proceso aparece el nuevo innombrable García Luna y otra vez el canciller, embajador transexenal de aquel equipo que vio, oyó y calló todo lo relacionado con el plan que no llego con cabal salud a este gobierno.

Con cierta timidez el gobierno comienza a aceptar la complicidad y connivencia con la que los altos funcionarios del pasado gobierno daban acceso libre y sin control a agencias del exterior a las operaciones de seguridad nacional. 

Con el tiempo posiblemente se aceptarán las razones que motivaron que el encargado del Cisen, Secretario de Seguridad Pública y Procurador General blanquiazul, fuera el único que gozara del beneplácito en vecino país para ser enlace institucional.

Mientras la cancillería sigue acomodando políticos, organizando convites y dispendiando sonrisas, pero no explicaciones, se cierra el primer año, con un balance pobre en resultados en materia de política exterior.

Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil