Hacia una prosperidad compartida de las naciones
Que una jefa o jefe de Estado se haga presente en los foros internacionales no es en absoluto una frivolidad, sino una necesidad política
Emilio UlloaLa presidenta Sheinbaum ha delineado la política exterior del Estado mexicano desde una posición de no injerencia y de defensa de los derechos humanos, el desarrollo sostenible, y el multilateralismo.
Relevante ha sido la línea política que ha trazado en temas muy actuales como la invasión de Israel a la franja de Gaza y al Líbano, la guerra en Ucrania y el bloqueo a Cuba.
El objetivo trazado por la primera mandataria es el de consolidar a nuestro país como una “potencia media” en la arena internacional, enfocándose en la diplomacia multilateral y en el fortalecimiento de la presencia de México en organismos internacionales, lo que se hace patente en la designación de Juan Ramón de la Fuente como secretario de Relaciones Exteriores.
Se trata de que México y su presidenta tengan un papel significativo en la comunidad de naciones.
Dentro del contexto internacional las relaciones con Estados Unidos tienen una importancia de primer orden, tanto porque compartimos una de las fronteras más grandes del planeta como por el hecho de que ellos son nuestro principal socio comercial.
Temas complejos
Ahí, México tiene la necesidad de manejar temas muy sensibles y complejos como la migración, la seguridad, el desarrollo económico, el intercambio monetario, el desarrollo científico y tecnológico y el comercio.
Una relación crucial que obliga a una estrategia que se sustente en la cooperación sin subordinación a los intereses estadounidenses.
Que una jefa o jefe de Estado se haga presente en los foros internacionales no es en absoluto una frivolidad, sino una necesidad política: la de la plena representación de la nación a través de quien constitucionalmente tiene el deber de fijar los criterios de la política exterior.
Por ello, es de una gran relevancia que la presidenta de la República haya tomado la decisión de acudir personalmente al foro del Grupo de los Veinte (G20) a celebrarse en Brasil.
El G20 es un foro internacional para la cooperación económica, financiera y política compuesto por las principales economías del mundo.
Se estableció en 1999 para enfrentar las crisis económicas y fomentar la cooperación entre las economías desarrolladas y emergentes.
Aunque originalmente era un foro para ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales, en 2008, tras la crisis financiera global, se amplió a reuniones de jefes de Estado y de gobierno.
Agenda internacional
En noviembre los jefes de Estado o gobierno de Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea abordarán una agenda enfocada a varios temas críticos del escenario internacional: la transición energética justa, la reforma de instituciones financieras multilaterales, las medidas de redistribución de riqueza, y la creación de un impuesto a los multimillonarios.
Como experta científica en energía, Claudia Sheinbaum hará planteamientos de fondo relacionados con la transición hacia fuentes de energía más limpias, buscando un enfoque inclusivo que permita a países en desarrollo, como el nuestro, no solo consumir, sino también producir tecnologías verdes como lo demostró en la Ciudad de México, con obras como la de la instalación de paneles solares en la Central de Abasto.
También se discutirá la reforma de los bancos multilaterales de desarrollo, con el objetivo de mejorar el acceso a financiamiento asequible para los países en desarrollo.
Prosperidad compartida
Otro tema importante es la propuesta de un impuesto del 2 por ciento a individuos de ultra-alto patrimonio, que podría generar 250 mil millones de dólares al año, con la intención de mitigar la desigualdad económica que contribuye a la crisis climática, tema central de la prosperidad compartida.
No tengo la menor duda de que la intervención de la doctora Sheinbaum Pardo como jefa del Estado mexicano en el foro del G20, fortalecerá las relaciones exteriores de México y contribuirá significativamente, por su participación presencial, a la conformación de acuerdos y a la consolidación de nuestro país como una real potencia media en el mundo.