Una creativa panadería mexicana
El 7 de enero abrió sus puertas una nueva propuesta de panadería en San Pedro: Carlotta.
Este concepto fue creado por el chef panadero Mauricio Ocaña, de 34 años, quien es de Villahermosa, Tabasco, pero reside desde hace tres años y medio en Monterrey.
Mauricio estudió la carrera de Gastronomía en Puebla, y está encargado de la parte creativa, elaboración de productos y propuestas gastronómicas. Así como de la producción.
Karina BarbieriEl 7 de enero abrió sus puertas una nueva propuesta de panadería en San Pedro: Carlotta.
Este concepto fue creado por el chef panadero Mauricio Ocaña, de 34 años, quien es de Villahermosa, Tabasco, pero reside desde hace tres años y medio en Monterrey.
Mauricio estudió la carrera de Gastronomía en Puebla, y está encargado de la parte creativa, elaboración de productos y propuestas gastronómicas. Así como de la producción.
Junto con Javier García Iturria, de 31 años, quien se encarga del frente de la casa, que tiene que ver con la venta, mercadotecnia, diseño e imagen de los productos y la tienda. Presenta el producto como una obra de arte, no puede esconder su cuna de joyero.
No olvidemos que su abuelo Francisco Peña tuvo las panaderías Peña, aquí en Monterrey, durante 75 años.
Gran admirador del trabajo de Mauricio, te trasmite todo lo que el chef quiere dar a sus clientes.
Logrando una muy buena mancuerna dieron vida a Carlotta. El nombre en honor a la mamá de Javier, quien se llama así y, casualmente, Mauricio tiene una pastelería en Villahermosa que se llama Charlotte.
La panadería mexicana se ha ido perdiendo y esto sucede debido a que los supermercados se han dedicado a panificar e industrializar este producto.
En este país no contamos con las harinas y los ingredientes para hacer pan europeo, por ello las panaderías como Bread y Panem tienen que importar sus harinas.
En México tenemos una gran variedad de panes tradicionales, y la idea es traerlas de vuelta a nuestras casa. Con un toque nuevo, con materias primas de primera calidad, no utilizan edulcorantes. Le dan preferencia al piloncillo.
Pan crujiente, azucarado, bien logrado, elaborado con la perfección de un artesano, pieza por pieza. Los panes de la vitrina son tan perfectos, que parecen de juguete.
Pero lo más impresionante es haber logrado el sabor tradicional del pan de pueblo mexicano.
¡Por fin vamos a poder comer churros recién hechos todo el año!
Se sirven a las 5:30 de la tarde, junto con las “Baronesas” que son buñuelos rellenos de arroz con leche… una perdición.
En el menú podremos encontrar chilindrinas, conchas de chocolate, vainilla o rellenas de queso. Platanitos de gloria, novias, puerquitos de piloncillo, galletas de grageas. Productos que quizás nuestros hijos no recuerden.
Así como empanadas de glorias, de piña, de guayaba, de manzana.
Trenza de guayaba con queso, cuernos de vainilla y de Nutella, y bigote de creme caramel.
Empiezan este fin de semana con pasteles como el tres leches, Soraya y pastel de chocolate con menta.
La próxima semana podremos probar su línea de lechitas de sabores, de chocolate, de vainilla con arroz y de fresa. Excelentes para maridar el pan.
Es toda una experiencia ir a Carlotta, cocina abierta, ves al chef y a su equipo trabajando en un ambiente fuera de lo común, con elementos de diseño y creatividad, su trato es cálido y ponen música de Laura “La tesorito” León, envolviendo a los productos que venden.
Y no dejes de servirte un café de olla, en lo que pides tus panes…