El índice de accidentes automovilísticos causados por el “texting” va en aumento, y se empieza a comparar con los accidentes por manejar bajo la influencia del alcohol.
Así lo ha querido trasmitir el director Werner Herzog, convocado por AT&T, para trabajar en un proyecto de concientización sobre el mal uso del celular mientras se conduce un automóvil.
En su documental “From one second to the next”, Herzog expone cuatro casos en donde personas inocentes murieron o quedaron con una discapacidad permanente, a causa de jóvenes que –mientras manejaban– venían escribiendo o leyendo un mensaje.
Los accidentes automovilísticos en México son la primera causa de muerte y orfandad en niños de entre 5 y 14 años, y también de jóvenes. Dieciséis mil muertes al año, un millón de lesionados, 40 mil personas que quedan con alguna discapacidad permanente, lo que le cuesta al país 150 mil millones de pesos.
El 90 por ciento de estos accidentes están relacionados con conducir alcoholizado o son causados por exceso de velocidad.
Creemos que el mayor peligro de nuestro país se encuentra en la delincuencia y la guerra contra el narco, cuando la amenaza está en nuestras manos; en las tres o cuatro horas que pasamos frente al volante, tomando decisiones.
¿Pongo atención a la calle y al volante, o no? ¿Decido voltear a ver mi celular o no? ¿Decido escribir un texto o no? Decisiones de un segundo que pueden cambiarte la vida y la vida de alguien más.
Voltea a tu alrededor cuando vas manejando. Cuántas personas están distraídas leyendo algo en su celular, escribiendo con el pulgar de su mano derecha, mientras manejan con la izquierda. Cuántos lo hacen en los semáforos, ignorando cuando estos cambian por estar completamente distraídos.
No hay edad para quien lo hace. Señoras, señores, jóvenes. Mamás que con hijos en el carro van distraídas leyendo un mensaje. Señores que además de ir leyendo su celular, te rebasan a alta velocidad.
Necesitamos leyes severas que nos protejan. Multas altas para quien sea sorprendido escribiendo un mensaje. Aún en un semáforo. Que la severidad de la consecuencia nos haga pensar dos veces antes de tomar nuestro celular, voltearlo a ver y quizá en ese momento ser el causante de un accidente fatal.
Vivir con las decisiones que tomamos no es sencillo cuando estas causaron un daño irreparable. Un segundo es lo que tarda la consecuencia de una mala decisión. No tendrás tiempo para arrepentirte, no tendrás tiempo para componer el daño.
Guarda tu celular. Tu respuesta a ese mensaje no vale la vida de nadie. ¿Te urge? ¡Estaciónate!
Todo es cuestión de un segundo nada más.