Un pecado mayor

Dicen algunos que el pecado de traición es de los graves, pero el de omisión es en ocasiones peor y de mayores consecuencias que el que se ejecuta. La omisión lleva implícita la complicidad, el ocultamiento, la mentira y lo que usted le quiera poner.

Ángel Reyna es culpable de un pecado mayúsculo, no contra la sociedad, no contra las autoridades de la Iglesia a la que pertenezca ni contra su familia, el pecado de Ángel es…

La traición

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Dicen algunos que el pecado de traición es de los graves, pero el de omisión es en ocasiones peor y de mayores consecuencias que el que se ejecuta. La omisión lleva implícita la complicidad, el ocultamiento, la mentira y lo que usted le quiera poner.

Ángel Reyna es culpable de un pecado mayúsculo, no contra la sociedad, no contra las autoridades de la Iglesia a la que pertenezca ni contra su familia, el pecado de Ángel es…

La traición

Ángel Reyna es sin duda uno de los jugadores de más talento y visión de juego que ha surgido en nuestro país en la última década, esto no se cuestiona, simplemente se observa, se ve, se transmite, sin embargo es también uno de los más irresponsables, flojos, indisciplinados y de los menos comprometidos que se han parado por una cancha de nuestro fut.

Con esa actitud displiscente, fastidiosa, abúlica, parrandero hasta la pared de enfrente, desobediente e indiferente al compromiso de equipo en un deporte que es precisamente de equipo, Ángel Reyna ha traicionado a todos con quienes ha convivido en el difícil y complicado tema del balompié profesional.

Robo, estafa y traición…

Son tres acciones que Ángel, vaya ironía de nombre le fueron a poner, ha cometido en todos los equipos que ha tenido primero la ilusión y  luego la desdicha de contratarlo; y ni son pocos.

Surgidos en las básicas del América en el 2005 fue desterrado a Necaxa y San Luis, entonces en la multipropiedad de Televisa, por su escaso compromiso y su accionar equivocado que ya contagiaba a varios. Regresó al América en donde tuvo dos muy buenas, quizá sus mejores, temporadas del 2009 al 2011. Fueron 27 goles en 89 juegos, fueron una buena cuota que le permitió ser transferido al Monterrey en un traspaso que le convirtió en…

Millonario del futbol

Y ahí regresó a las andadas. Al poco o nada de compromiso ni con el Club, ni con sus compañeros, mucho menos con la afición que terminó rechazándolo a silbidos y abucheos, los Rayados lo prestan a Pachuca en donde el sistema profesional de este grupo triunfador no es suficiente para meter en el carril de orden y la productividad a alguien como Ángel, que con mucho dinero en la chequera se convierte en “ese” elemento nada grato para cualquier club, el que contamina y contagia a la rebeldía, indisciplina y…

Valemadrismo puro

Que terminan por colmar la paciencia del grupo PACHUCA que lo devuelve a Monterrey en donde lo único que quieren es no verlo ni en pintura pero recuperar algo de los millones invertidos o bien sacarle de encima su enorme salario que Angel Reyna estuvo muy lejos de desquitar. Esto es pecado de robo.

La fiesta jarocha

Ángel llega a Veracruz y hace un gran primer torneo, lo que le lleva incluso a ser considerado en 2013 para nuestro TRI, sin embargo unos meses después regresa a la parranda, a la abulia, al valemadrismo puro tirando por la borda o  por el W.C. (escusado le dicen) ese enorme talento con que fue dotado, pecado de omisión total.

Vergara redentor

Jorge Vergara, profesional de las empresas grandes y exitosas como “SU” Omnilife, se da a la tarea de invertir otra millonada para llevarlo a Chivas, seguro que su sistema hasta ese día infalible de redimir talentos extraviados, funcionaría aportando además un enorme jugador de gran talento al grupo.

Nada más frustrante que tener a “ese” talento en casa y ver cómo se desperdician esas facultades con la sinrazón, rebeldía y cinismo de quién se sabe talentoso exigiendo, no pidiendo, que los demás le rindan pleitecía.

Adiós Angelito

Ayer la directiva de Chivas lo echa a la calle después de muchos intentos por redimirlo y sacarle provecho a esa enorme inversión que resultó otro robo de Ángel Reyna a un equipo más.

Cobrar mucho dinero no solo sin desquitarlo sino lo peor, sin siquiera tener la mínima intención de hacerlo es un robo descarado con la complicidad del pecado de omisión de su innegable talento.

Así las cosas pues, la falta de principios, de educación, de objetivos claros, la sobra de familiares y amigotes de esos que solo exprimen dineros de quién se deja, la soberbia de quien se sabe talentoso subiéndose al ladrillo para ver por encima del hombro a sus compañeros y hasta a sus superiores cobra en Angel Reyna factura a uno de los talentos más tristemente desperdiciados de mucho tiempo en nuestro deporte.

Cierto, su cuenta bancaria se ha engrosado aun más con ese finiquito que Chivas le ha regalado con tal de que no vuelva a pararse en sus campos, aberrante realidad de una carrera tirada a la basura pero, eso sí, con sus promotores, representantes, abogados y con el propio Ángel Reyna cargados de billetes que podríamos definir como “dinero mal habido”, basado en el engaño e incumplimiento de las más elementales obligaciones de las que falló en todas, menos en ir a cobrar su quincena dos veces al mes. Así de fácil.

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