Un paso hacia la conservación del río La Silla

Es crucial que se garantice la protección y conservación del río La Silla, cumpliendo así con las expectativas de la comunidad y asegurando un legado de preservación ambiental en mediano plazo.
Antonio Hernández Ramírez Antonio Hernández Ramírez Publicado el
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El Gobierno municipal de Monterrey, Nuevo León, declarará hoy al río La Silla como Área Natural Protegida (ANP). Esta acción puede ser un primer paso firme para la conservación de este importante ecosistema, si la administración le da seguimiento a la declaratoria, y no se queda en esa etapa incipiente, como todos los gobiernos locales.

Esta declaración de Área Natural Protegida (ANP) para el río La Silla surge del impulso, entre varios, de un grupo de mujeres residentes en el sur de Monterrey. Su objetivo inicial fue prevenir la urbanización en el cauce y las riberas del río, especialmente después de los devastadores efectos de la tormenta tropical “Alex”, al cual se añadió el cuidado de los ecosistemas. Este es un esfuerzo comunitario señero al que me siento honrado de apoyar.

La petición de declarar al río La Silla como ANP fue apuntalada de manera simulada durante los dos periodos de gobierno del priista Adrián de la Garza en la ciudad de Monterrey. Aunque públicamente manifestaba su respaldo a la iniciativa de conservación de este río único en la ciudad, en la práctica, funcionarios como Alberto Huidobro y Roque Yáñez bloqueaban su avance. Fue hasta la actual administración de Luis Donaldo Colosio que la intención vecinal de la declaratoria se hizo posible.

La expectativa natural es que el gobierno municipal encabezado por Luis Donaldo Colosio dé seguimiento a la declaratoria del río La Silla como ANP. Dado el plazo perentorio de su mandato, resulta indispensable que se formule a la brevedad un programa de manejo y se implementen las acciones determinadas en este. Es crucial que se actúe con prontitud y eficacia para garantizar la protección y conservación efectiva de este humedal urbano, cumpliendo así con las expectativas de la comunidad y asegurando un legado de preservación ambiental en mediano plazo.

Hace dos años, el gobierno municipal de Guadalupe, Nuevo León, también realizó una declaración similar en un tiempo sorprendentemente corto de siete meses en este ecosistema acuático. Sin embargo, hasta el momento, no se ha avanzado en la formulación del programa de manejo (PM) ni en la implementación de acciones concretas de conservación. Esta experiencia previa destaca la importancia de que el gobierno actual, encabezado por Luis Donaldo Colosio, no solo realice la declaración, sino que también se comprometa a desarrollar un PM y tomar medidas efectivas para la conservación del río La Silla.

La categoría de manejo propuesta por el Gobierno de Monterrey, denominada corredor biológico ripario, requiere esfuerzos adicionales para garantizar su pleno cumplimiento. Actualmente, el polígono de protección abarca únicamente los ejes centrales del río La Silla, dejando fuera las cañadas que son vitales para el flujo de vida silvestre. Para cumplir con el espíritu de esa condición, es necesario que se concrete la promesa municipal de realizar una modificación del polígono original en una segunda etapa, donde se incluyan esos cauces fundamentales. Así se establecerían las bases administrativas mínimas para proteger verdaderamente la condición de vía de movilidad de especies del afluente.

Es adecuado ver que la petición de declarar al río La Silla como ANP ha sido escuchada y tomada en cuenta, a pesar de los obstáculos y bloqueos que se presentaron en administraciones anteriores. Este logro representa un esfuerzo colectivo del Gobierno de Monterrey y las vecinas organizadas que merece reconocimiento y apoyo.

¿Dónde están?

El pasado 31 de mayo, la Agrupación de Mujeres Organizadas por los Ejecutados, Secuestrados y Desaparecidos (AMORES) se congregó en una demanda urgente: la aparición de sus familiares desaparecidos. Esta movilización se llevó a cabo durante la Semana Internacional de las Personas Desaparecidas, destacando el miércoles la participación de madres, padres y hermanas que llevan años buscando a sus seres queridos.

Es doloroso que algunas de estas familias lleven más de una década sin saber el paradero de sus desaparecidos. La demanda de justicia y verdad sigue sin resolverse, ya que desconocen dónde se encuentran sus familiares.

Resulta decepcionante que el gobernador de Nuevo León, Samuel García, no haya podido acercarse a escuchar estas demandas legítimas durante la movilización. La ausencia de su presencia y apoyo a estas familias refleja una falta de atención y empatía hacia un problema tan acuciante.

Es imprescindible que las autoridades y la sociedad en su conjunto se comprometan a encontrar respuestas y soluciones para las personas desaparecidas y sus familias. La exigencia de justicia y verdad debe ser una prioridad para garantizar el derecho fundamental de todas las personas a la seguridad y a la certeza sobre el paradero de sus seres queridos.

 

Twitter: @tonyo_hernandez

 

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