Esta política se enfoca en darle un espacio digno a mexicanos en situación de vulnerabilidad por la falta de un espacio seguro para vivir. Foto: Especial

Un millón de viviendas

Una vivienda digna es mucho más que un simple techo sobre la cabeza. Es un derecho humano fundamental que impacta en todos los aspectos

El sector de la construcción es pilar fundamental en la economía de cualquier país. Su importancia radica en la capacidad de generar un impacto diferenciado y significativo en diversos ámbitos.

Esto se debe a la elevada relación con otros sectores en la economía. El multiplicador del sector construcción es un concepto económico que refleja la relevancia de una inversión en este rubro en el resto de la economía. Es decir, cuánto se incrementa el Producto Interno Bruto por cada unidad monetaria invertida en construcción.

Este efecto multiplicador se produce porque la construcción no solo genera actividad económica directa, a través de empleo directo en la obra y compra de materiales, sino que también estimula indirectamente a otros sectores.

Al construir una vivienda se necesita acero, demandando insumos de la industria siderúrgica, cemento de la industria cementera, maquinaria del sector metalmecánico, entre otros.

Vivienda digna para los mexicanos

Sobre todo, esta política se enfoca en darle un espacio digno a mexicanas y mexicanos en situación de vulnerabilidad por la falta de un espacio seguro para vivir.

Se creará una nueva empresa constructora dependiente del Gobierno federal, por lo que podemos esperar que la política pública dedicada a la construcción de más de 1 millón de viviendas tendrá efectos positivos sobre la economía y la sociedad en su conjunto.

Una vivienda digna es mucho más que un simple techo sobre la cabeza. Es un derecho humano fundamental que impacta en todos los aspectos de la vida de una persona.

Por mencionar algunos, una vivienda en buen estado protege de las inclemencias del tiempo, previene la propagación de enfermedades y reduce el riesgo de accidentes.

Su relación con el desarrollo infantil es elevada ya que un entorno habitable adecuado es crucial para el desarrollo físico y cognitivo de las infancias. Por otro lado, una vivienda segura protege a las personas de la delincuencia y la violencia.

Derecho humano para las familias

Un hogar estable fortalece los lazos familiares y comunitarios. Asimismo, una vivienda bien ubicada facilita el acceso a servicios básicos como agua, saneamiento, electricidad, educación y salud.

En pocas palabras, el acceso a una vivienda digna es un derecho humano con reconocimiento internacional, en el que se promueve la inclusión social y reduce la discriminación.

Un hogar propio aumenta la autoestima y la confianza. Todo lo anterior es esencial para una vida plena y saludable.

Es una inversión en el bienestar de las personas, las familias y las comunidades, que además detonará vía el multiplicador de la construcción a la economía del país, sumando a la generación de empleos.

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