https://youtu.be/zI5CzgjheFY
Una de las creadoras de Amelie Péché es la venezolana Sonia Melamed, quien cuando llegó a Monterrey se dio cuenta de que había la necesidad de implementar un lugar que elaborara mesas de postres.
Mesas bien hechas, cuidando el montaje, la decoración, las bases, los colores, sabores y texturas.
La otra es Teresa Sánchez, quien está encargada de la producción y cuenta con más de 20 años de experiencia en el catering.
Toda la producción es fabricada en una planta, de manera artesanal, con productos de primera calidad. Actualmente el equipo de trabajo es de 18 cocineros mexicanos.
José Carlos Fernández es decorador y aportó muchas ideas, las cuales junto con Sonia y Teresa ayudaron a aterrizar el concepto.
En noviembre del 2010 lanzan la marca Amelie Péché con la idea de ofrecer un producto distinto, innovador, una línea de regalos que no solo muestre el producto, sino que también el empaque sea importante.
El empaque también es fabricado de manera artesanal, e inclusive se puede reutilizar para guardar cosas pequeñas, pues son como estuches.
Y así empezaron ofreciendo desde una caja de chocolates hasta una mesa de postres.
En agosto del 2011 abrieron el local de la chocolatería en el “Centrito” de la Colonia Del Valle.
La intención es ofrecer toda una línea de opciones de chocolates para regalos.
Sus productos son innovadores y muy ricos. Además, son para cualquier persona o género y son el regalo perfecto para cualquier tipo de ocasión.
Desde que quieres agradecer a tu vecino por un favor o tienes un compromiso y quieres llegar con algo rico y bien envuelto, o bien deseas obsequiar un regalo de cumpleaños.
Y así empezaron con su primera línea de chocolatería fina, así como de productos enchilados. Su segunda línea son las mesas de postres para bodas, cumpleaños, despedidas y eventos corporativos.
Después el concepto evolucionó y a partir del 2013 lanzaron su tercera línea, que es la cafetería Amelie Péché.
En ella tienen panadería dulce francesa, macarrones, cafés, quiches y paninis. Cuidan toda la experiencia del cliente desde que entra.
Detalles como la música, el olor, la decoración y la atención están bien cuidados.
Andrea Bradley, quien colabora en la parte de marketing, platica que abarcan varios mercados, que van desde corporativos, como IOS, y donde ofrecen Lunch Boxes y coffee breaks.
Una de las ventajas de abarcar mercados distintos es que tienen productos muy variados.
Pero eso no deja de ser un reto y un placer para los que trabajan en la imagen y el marketing para una marca tan profunda como la de Amelie Péché.
Cuentan con alianzas con Nespresso, con quien hacen armonizaciones con sus cafés y las trufas de Amelie Péché, como la de maracuyá o la de pimienta rosa, creando una experiencia de lujo.
Por otro lado, con Vinoteca hacen maridajes con las trufas y sus vinos.
Ambas marcas coinciden en su concepto que es el de ofrecer experiencias para sus clientes. También han hecho maridajes con tés, licores, cervezas, mezcales y tequilas.
Es una marca actual, concepto incluyente, donde su clientela varía desde una pareja de señoras de 65 años, las amigas adolescentes, una familia que va por un pastel o el joven que sale de la oficina y quiere leer el periódico junto con una taza de café.
Está hecho para el público que le gusta apreciar las cosas de la vida. Un producto fino.
En un futuro piensan replicar su tercera línea con una cafetería más grande.
Sonia comenta que la comida es una manera de transmitir el amor de generación en generación, y que la energía y el amor que le pone a sus productos se transmite y llega a sus clientes. La gente lo siente.
A través de estos cinco años, la clientela regiomontana se ha vuelto más exigente, lo que ha provocado que la calidad y la innovación persistan en este concepto.
Apoyemos al negocio local, que tiene productos de excelente calidad, elaborados de manera artesanal. Y que además están a precios competitivos, y son hasta mejores que las franquicias de nuestro país vecino.
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