UFC en México: La ridícula batalla campal en la tribuna
La Ultimate Fighting Championship tiene un encanto mundial y sus realizaciones en México son muy atractivas en términos de negocio
Héctor QuispeLa UFC regresó a México y la euforia fue tal que desde el octágono la acción se trasladó al graderío. Sin embargo, la mala nota la entregó el público mexicano a las reseñas del evento dentro de la cobertura de medios informativos de diferentes partes del mundo, tras la trifulca desatada en el graderío. Es lamentable que el negativo hecho manche la organización entera de un esfuerzo colectivo profesional.
Esta columna 159 de Fan PRO se cierra el miércoles 28 de febrero de 2024, cuatro días después del gran cartel de mexicanos que dieron el alma ante su gente en la catedral de espectáculos de Azcapotzalco. La Arena Ciudad de México fue el centro de contención de los latidos pasionales de fans que adoran las artes marciales mixtas y que deseaban apoyar sus gladiadores locales.
Todo iba muy bien hasta que un grupo de rijosos quizás alterados por el exceso de efluvios de alcohol decidió meterse en la narrativa. En plena función se desencadenó el comportamiento de un sector de espectadores que fueron captados por algunas tomas de la señal internacional, pero sobre todo de otros espectadores que compartieron la bronca en redes sociales.
La Ultimate Fighting Championship tiene un encanto mundial y sus realizaciones en México son muy atractivas en términos de negocio, aunque el hecho de que ciertos fanáticos aparezcan al exterior del país como cavernarios es un asunto que no debe halagar a nadie. ¿Por qué el espectador mexicano se encarga de sabotearse a sí mismo en innumerables ocasiones?
Un espectáculo nada barato
Cinco años tuvieron que pasar para el retorno de la UFC a suelo mexicano. Desde el 11 y 12 de enero de 2024 se inició la preventa de localidades en la función que incluyó a tres ex campeones mundiales. Los precios oficiales rondaron de los mil a 12 mil pesos, que sin embargo, en la reventa se multiplicaron hasta más de 10 veces. En definitiva no se trató de un evento barato.
El cartel justificó todo, con la participación de cinco exponentes aztecas, liderados por los estelares Brandon Moreno y Yair ‘Pantera’ Rodríguez. El primero con multitudes de seguidores bien cosechados gracias a sus dos coronaciones como monarca absoluto en el peso mosca, y el segundo que tuvo la oportunidad de probar las mieles de ser campeón aunque de forma interina en 2023.
Además, Yazmín Jáuregui, Edgar Chairez, Víctor Altamirano y Manuel ‘El Loco’ Torres fueron integrados al reparto de connacionales en una promisoria gala que tuvo sorpresas.
Primero, los estelares Moreno y Rodríguez resultaron vulnerados por sus oponentes, Brandon Royval, en decisión dividida, y Brian Ortega, por sumisión.
Aún así, los más de 22 mil fans que colmaron la arena no debieron sentirse defraudados, ya que el resto de los mexicanos salió victorioso.
Manuel Rosas Jr. también estaba incluido en el certamen, pero enfermó de última hora y su pleito ante Ricky Turcios fue reprogramado al 2 de marzo.
Sobre todo, el que mejores cuentas rindió fue ‘El Loco’ Torres, quien quizá con los reflectores menos luminosos acabó por conquistar al respetable con su gran combatividad y talento victimó en el primer episodio al malencarado escocés Chris Duncan, a quien después de lograr derribarlo en dos oraciones le ganó la espalda al ras de suelo para estrangularlo.
Se trató de su tercera victoria por finalización en UFC, y siempre en el capítulo de arranque.
Tras la rendición del europeo se extendió la locura en la Arena Ciudad de México, tanto que se suscitó el bochornoso incidente.
Triunfo y vergüenza
Al minuto con 46 segundos del primer round, ‘El Loco’ Torres generó un oleaje de pasión entre los espectadores que no daban crédito a la solvencia del atleta. Justo cuando el anunciador dio a conocer el resultado oficial y se levantó el puño del vencedor fue cuando se suscitó la riña entre las masas.
La diferencia entre fans y fanáticos se recalcó fuera del escenario deportivo. Los primeros son amantes del deporte que lo siguen e invierten en experiencias que lo hacen amarlo. Los segundos son poseedores de mentes distorsionadas que pierden la noción de la realidad y manifiestan, promueven un descontrol absoluto. Se refugian en el anonimato de la masa para generar daño.
Primero, los insultos, luego los puñetazos y la lluvia de líquidos de dudosa procedencia. Bueno, hasta objetos volaron como proyectiles entre los enemigos espontáneos, lo que incluyó sillas.
Personal de seguridad disolvió la reyerta, luego de que cientos de fotos y videos resultaron tendencia inmediata en distintas redes sociales.
“¡Bájenle, banda! Llegamos aquí a disfrutar de un espectáculo”, tuvo que pedir ‘El Loco’ Torres en la entrevista oficial que le hacían en la emisión en vivo distribuida para todo el mundo. No se reportaron heridos de gravedad ni detenidos.
¡Ya ‘Chole’ con ‘Petra’!
No, nunca es conveniente ni justo generalizar, pero estimado fan debes comprender que es vergonzoso que lo mexicano sea visto en el resto del mundo como un ejemplo de lo que se hace mal. Por eso resulta adecuado desmarcar al fan del fanático.
El fan es una persona leal a lo que siente, a lo que ama. Piensa en lo suyo, en los suyos. El fanático es un cobarde, no respeta a nadie, por lo regular abusa y se esconde para salir impune de sus fechorías.
Apenas, el viernes 16 de febrero este columnista fue invitado al programa Noticias 24 Horas, de Estrella TV que se transmite para la población hispana en Estados Unidos. El tema en cuestión fue el amparo que busca la Federación Mexicana de Futbol en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS por sus siglas en inglés) para no pagar la multa de la FIFA por el grito ‘homofóbico’ en el Mundial de Qatar 2022.
Conclusión: Por supuesto que estas multas son absurdas y, en este caso, ya se había tardado la FMF en buscar el apoyo de la máxima instancia en temas de controversia dentro del deporte profesional.
No es estar a favor de los federativos mexicanos, sino poner en tela de juicio la calidad moral de la FIFA –después de grandes escándalos de corrupción entre sus máximos dirigentes– para someter a una entidad deportiva para que pague por no corregir a los aficionados en un estadio de futbol.
La FMF no es la madre de los asistentes a un estadio. ¿Qué les hace pensar eso a los directivos de la máxima organización de este deporte?
El comportamiento de un aficionado no es competencia de la FMF, aunque sí puede fomentar la concientización. Sucede que un espectador no es su empleado ni su hijo. No puede responder a su conducta. Se deben endurecer las formas de seguridad en un espectáculo deportivo, los protocolos de atención y estrategias de identificación o credencialización de los seguidores. No la conducta del espectador, que como cualquier ciudadano debe sujetarse a la jurisdicción de las leyes locales.
Además, un Mundial de futbol se disputa en terreno neutral y menos puede una Federación controlar a los asistentes que, en cambio, sí deben sujetarse a las normas y leyes vigentes del territorio que ocupe en un momento determinado.
La educación es la clave de todo y la solución no será inmediata. Intentar corregir a los espectadores es como pretender cuidar a cada uno con un policía a sus espaldas. Insensato, ¿verdad? La educación se mama. Como dijo ‘El Loco’ Torres, ya bájale banda. Hazlo por los tuyos. #JustDoIt
Fuente externa: Fan Datos de CID Consultoría