La situación se originó en 2017 cuando TV Azteca emitió bonos de deuda por 400 millones de dólares, destinados a financiar su expansión. Foto: Especial

TV Azteca se defiende de hostigamiento financiero

El caso de TV Azteca con estos “fondos buitre” muestra cómo una compañía enfrenta ahora una batalla no solo por su estabilidad financiera, sino también por su derecho a defenderse

Los fondos buitre Cyrus Capital Partners LP y Contrarian Capital Management LLC han desatado una disputa legal y financiera en contra de TV Azteca de Grupo Salinas, uno de los conglomerados mediáticos más importantes de México.

Conocidos por su estrategia de adquirir deudas de empresas y gobiernos en crisis a precios reducidos, estos fondos presionan luego por el pago completo de la deuda nominal.

En esta ocasión, su objetivo es obtener una ganancia rápida mediante litigios y amenazas, sin interés en la estabilidad de TV Azteca ni en su papel en la generación de empleos y contenidos.

La situación se originó en 2017 cuando TV Azteca emitió bonos de deuda por 400 millones de dólares, destinados a financiar su expansión y fortalecer su producción de contenidos televisivos.

Sin embargo, los riesgos inherentes a cualquier inversión se materializaron con dos factores que afectaron sus ingresos.

Primero, el cambio en la política de gasto del Gobierno mexicano en 2018, que redujo drásticamente su inversión en publicidad en televisión, afectando a toda la industria.

Segundo, la pandemia de COVID-19 de 2020 generó un impacto económico global, que ralentizó aún más los ingresos de empresas en distintos sectores, incluida la televisión.

A pesar de estos desafíos, TV Azteca continuó operando con estabilidad financiera y buscó renegociar sus pasivos en 2021 con todos sus acreedores, logrando acuerdos de reestructuración con la mayoría.

Sin embargo, Cyrus Capital y Contrarian Capital, quienes habían comprado una porción de su deuda en el mercado secundario, se negaron a participar en cualquier negociación.

Los fondos se mostraron inflexibles y exigieron el pago total inmediato, incluyendo intereses y penalizaciones, una postura que sigue el modus operandi de estos “fondos buitre”: maximizar sus ganancias sin consideración por la viabilidad del negocio ni el impacto en los trabajadores.

La empresa del Ajusco, lejos de encontrarse en una situación de insolvencia, ha seguido cumpliendo con sus obligaciones.

La empresa continúa pagando a sus empleados puntualmente, ha cubierto toda su deuda en pesos con entidades bancarias mexicanas y ha liquidado sus certificados bursátiles.

A su vez, mantiene una transparencia en sus reportes financieros trimestrales, presentados regularmente ante la Bolsa Mexicana de Valores, lo cual refleja una gestión estable y profesional.

Ante la postura intransigente de Cyrus Capital y Contrarian Capital, TV Azteca decidió defenderse en tribunales mexicanos, buscando protección ante lo que consideran prácticas abusivas y de hostigamiento financiero.

En respuesta, los “fondos buitre” llevaron la disputa a tribunales en Estados Unidos, argumentando que el Estado mexicano debía responder por la aplicación de sus leyes de quiebras, y también han iniciado un proceso de arbitraje en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.

Además, han desplegado una campaña de presión y desprestigio contra TV Azteca y Grupo Salinas, utilizando todos los recursos legales y mediáticos a su disposición para presionar a la empresa y forzar el pago completo de la deuda adquirida.

Esta situación evidencia el papel crucial del Estado de derecho y la necesidad de que las empresas cuenten con un marco legal que las proteja de prácticas financieras abusivas.

Si las leyes son eficaces y se aplican de manera justa, las empresas pueden asumir los riesgos propios del emprendimiento y el crecimiento, sin temor a verse asediadas por fondos cuyo único interés es la ganancia rápida, sin aportar al desarrollo ni al empleo.

En última instancia, el caso de TV Azteca con estos “fondos buitre” muestra cómo una compañía que ha apostado por el desarrollo de la industria de medios en México enfrenta ahora una batalla no solo por su estabilidad financiera, sino también por su derecho a defenderse de quienes buscan lucrar a expensas de la crisis.

Es una lucha por la integridad del sistema financiero y una lección sobre la importancia de leyes sólidas que protejan a las empresas nacionales del oportunismo extranjero.

¿Irresponsabilidad empresarial?

La reciente clausura del Estadio Ciudad de los Deportes y la Plaza de Toros México ha dejado en evidencia la irresponsabilidad empresarial en el manejo de normativas de seguridad.

Los rumores de conspiración en torno a esta medida han surgido, pero la realidad es que estos inmuebles fueron clausurados por incumplimientos en Protección Civil, situación que implica a Grupo Brisas, dueño de ambas propiedades, y no al equipo de futbol Cruz Azul.

Grupo Brisas, dirigido por Antonio Cosío Pando, es conocido por su cadena de hoteles Galería Plaza y su participación en la Compañía Industrial Tepejí del Río y Bodegas de Santo Tomás.

La empresa, no obstante, se enfrenta a las sanciones que la alcaldía Benito Juárez, bajo el liderazgo del alcalde Luis Mendoza, ha impuesto por las infracciones a las normativas de Protección Civil en el Estadio Ciudad de los Deportes.

Esta clausura evidencia la falta de rigor en el cumplimiento de regulaciones que aseguren la seguridad de los asistentes y pone en primer plano la necesidad de transparencia en la gestión de estos inmuebles.

Además, esta situación podría ser el impulso que Cruz Azul necesita para retomar sus planes de construir un estadio propio.

Víctor Velázquez, presidente del equipo, ya había mencionado posibles proyectos para construir un estadio en las alcaldías de Iztacalco o Iztapalapa.

Este momento de incertidumbre, lejos de ser un obstáculo, podría motivar al equipo cementero a llevar adelante una obra que no solo brindaría estabilidad al club, sino que también ofrecería un espacio deportivo moderno y seguro para su afición.

Voz en off

Nos confían que Sergio Loredo Foyo, dueño de AlquimiaPay, sigue operando desde la comodidad de la impunidad, y que para que lo saquen de sus enormes problemas se ha hecho de los servicios de un despacho de nombre Zinser Abogados.

Eso sí, para esto, nos adelantan sí abrió ampliamente la cartera, y para también dicen, hacerse de los servicios de quien pueda eliminar su penoso historial en los buscadores web.

Pero además, sigue diciendo que son falsos los señalamientos, pero no exhibe documentos que digan lo contrario, sigue afirmando a sus cercanos, y a los abogados que defienden a los que no les entrega su dinero, que sus inversiones le salieron mal.

Este personaje que juega a hacer empresario fintech, dice que tiene nuevas ideas de negocio para el sector, como si su pasado no le hiciera sombra, apostando otra vez a otros incautos, poniendo en alerta a las autoridades con ideas “millonarias”.

Por cierto, nos adelantan que clientes de AlquimiaPay seguirían el camino de inversionistas de Banco Ahorro Famsa, que han demandado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, reclamando que no intervino oportunamente para evitar los problemas financieros de Loredo Foyo, que ha derivado en graves pérdidas económicas por responsabilidad patrimonial del Estado.

Ya le contaremos más de este caso…

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