La Selección Mexicana de futbol en su tercera etapa al mando de Javier Aguirre sorprende por su falta de atractivo taquillero en sus dos primeros partidos realizados en Estados Unidos. El fenómeno sin precedentes va de la mano del auténtico socavón deportivo en el que se encuentra.
Esta columna 186 de Fan PRO se entrega el miércoles 11 de septiembre de 2024, 24 horas después del empate sin goles del cuadro tricolor ante su similar de Canadá, en el segundo amistoso para los pupilos del ‘Vasco’, luego del estreno de 3-0 sobre Nueva Zelanda, jugado tres días atrás.
En el partido amistoso del martes 10 del mismo mes, el representativo de México tuvo la asistencia más baja de la historia en el AT&T Stadium, con 32 mil 623 personas. Desde 2009, hasta antes de este escenario hubo 14 actuaciones aztecas en la casa de los Dallas Cowboys, con un promedio de 67 mil 373 aficionados por partido.
Aparte del encuentro del encuentro contra los canadienses, la peor asistencia al AT&T para un partido de México fue el 10 de junio de 2021, contra Trinidad y Tobago. Aquella vez 41 mil 229 personas acudieron a ver este duelo de la Copa Oro.
Y es que el Rose Bowl en Pasadena, California, lució también desértico en la noche del sábado, con un ingreso oficial de 25 mil 271 fans que fueron testigos presenciales del triunfo mexicano contra los asiáticos, aunque se trata de uno de los inmuebles con mayor capacidad en ese país, con un total de 92 mil 600 asistentes, por lo cual únicamente se cubrió el 28 por ciento del aforo.
¿Por qué sucede esto? ¿Se trata de una queja manifiesta de la gente ante el declive de calidad de la Selección Mexicana?
En la Leagues Cup o campeonato entre la Liga BBVA MX y la MLS (Major League Soccer) que integra clubes de Estados Unidos y Canadá, vilipendiada por equipos mexicanos que juegan a regañadientes esos partidos celebrados unilateralmente en el otro lado del charco, tuvieron buenos ingresos de taquilla.
De hecho, el partido entre el San José Earthquakes y Chivas, definido en las series de definición desde el manchón penal, tuvo en cambio un ingreso bien definido de fans, para lograr un récord de asistencia para este torneo.
El cotejo en el Levi’s Stadium, casa de los 49’s de San Francisco de la NFL, con capacidad de 68 mil 500 aficionados; reunió a 50 mil 675 feligreses, superando los 41 mil 108 aficionados del Atlanta United contra el Cruz Azul de la edición de estreno de la Leagues Cup un año atrás.
Localía ‘molera’ en Estados Unidos
En un hecho sui generis, la Selección Mexicana es el único equipo en el mundo que juega más como local en otro país que usa como sede alterna. Los únicos partidos que debe realizar como anfitrión son los oficiales por Reglamento de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA), pero de ahí en fuera procura hacerlo en la tierra del Tío Sam.
Todo se debe a un jugoso contrato que mantiene con la compañía estadounidense SUM (Soccer United Marketing) desde 2003 para realizar juegos en los diferentes estadios de la MLS.
En el año del Mundial de Qatar renovó el convenio por otros seis años, lo cual garantiza partidos amistosos en Estados Unidos hasta 2028. En 2022, el Tri disputó 17 partidos, de los cuales siete fueron en el vecino país del norte, cinco en suelo mexicano y dos en España.
En datos de la propia Federación Mexicana de Futbol (FMF), México posee una base de 60 millones de fans, entre los que existe una mayoría de migrantes y residentes mexicanos, pero también de otros orígenes de países latinos.
Una cifra interesante es que SUM garantiza a la FMF, poseedora del producto estelar denominado Selección Mexicana de Futbol, 3 millones de dólares por partido, pero el contrato exige la realización de al menos cinco eventos por año. Hasta antes de la renovación, la cantidad ofrecida era de 2 millones de billetes verdes.
Un Tri que no vale el boleto
En cifras investigadas por Fan Datos de CID Consultoría, una persona migrante o residente en Estados Unidos paga en promedio 800 dólares para acudir a ver un partido del Tri, lo que incluye boleto para el estadio y compra básica de esquilmos (un par de cervezas y alguna botana), además de traslados cercanos.
Si el espectador vive en otra ciudad de ese país o si compra algún artículo de memorabilia o merchandising, la cantidad se puede hasta duplicar. Por lo tanto, el promedio es a partir de 16 mil pesos mexicanos.
La paupérrima entrada a estos primeros encuentros de la nueva era Aguirre del Tri pone una llamada de alerta. Una vez puede ser casualidad, dos veces, una coincidencia. Pero si continúa esta respuesta del Respetable, significará entonces una indudable tendencia que podría marcar para siempre el negocio de la comercialización del Tri por estos lares. #BotónDeMuestra
Del ABC: Procura la calidad del producto
En las clases de marketing es un clásico el debate inicial: ¿qué es primero? ¿La plaza, el precio, la promoción o el producto en una estrategia? Recuerda que antes que la p, está la m. Claro, ¡la de mercado!
No sirve de nada una excelente mezcla de marketing si no existe un segmento objetivo que requiera o desee lo que se le ofrece y… que lo compre –en ocasiones no basta la buena voluntad o antojo, sino que le alcance–. Es decir, si se cierra la pinza de la venta, entonces sí se completa el ciclo básico de atención a un mercado valioso. Después vendrán las estrategias de post-venta, también muy importantes. Ahora bien, no cerrar este círculo de manera virtuosa representa una lectura sustancial.
El caso de la Selección Mexicana es muy especial, porque se trata de una lovemark, una marca de la cual te enamoras y a un amor le perdonas todo o casi todo y procuras seguir la vida con él, como este espacio ha tratado en diversas oportunidades.
Sin embargo, también se debatió aquí el tema de las diferencias entre aficionado, fan y fanático de una marca, así como la muy cuestionable postura de los informadores del micrófono que guiados por sus jefes o productores de programación prácticamente regañan y ordenan a la audiencia ser “buenos aficionados” para que sigan en las buenas y en las malas al equipo en cuestión que paga espacios en los medios informativos para promover sus productos.
Es indudable que no toman en cuenta al mercado. De manera breve: un aficionado es un seguidor común de algo o alguien que le agrada y lo puede consumir; un fan es mucho más que un consumidor, un cliente que regresa y que puede amar a la marca ofrecida. Un fanático es un desordenado mental que consume para desahogarse de otros males que lo invaden.
No, no es culpa del ‘Vasco’ Aguirre el ‘bomberazo’ de lujo para los federativos mexicanos. De hecho, tampoco debe responsabilizarse absolutamente a los actuales dirigentes del futbol mexicano. Esto es un problema de años de confusión.
El futbol soccer está considerado el deporte nacional por su popularidad y práctica masiva. No es del pueblo, sino de una entidad privada que pone las reglas y aprueba a unas cuantas familias poderosas que ponen a un representante a tomar decisiones.
El bote profesional de la pelota es propiedad de muy pocos. Las élites del futbol deciden unilateralmente la ruta de la misma y en México Mágico se les hace el encargo a familiares, compadres o amigos sin importar su grado de profesionalización.
Por eso es que no son capaces de distinguir que el bache de hoy corresponde a las malas decisiones de dos cuatrienios o más atrás. Tan cierto como que lo que ocurra mañana con este deporte será consecuencia de lo que se haga o deje de hacer hoy.
Algo es evidente: El mercado que se menciona no está satisfecho porque la calidad de lo que recibe es mala. Un cliente regresa porque le gusta la experiencia de su consumo. ¿Qué falla? ¿Por qué se debe pagar por algo de baja calidad? Ojo: ningún cliente es masoquista, aunque a veces lo parezca porque reacciona tarde. No lo subestimen.
En fin, a ver qué acontece en los partidos de México, ante el Club Valencia de España, el 12 de octubre en el Estadio Cuauhtémoc, de Puebla, y frente a su similar de Estados Unidos el 15 de octubre, en el Estadio Akron, de Jalisco,
¡Vienen los cuatro años de Fan Pro!
Va de nuez: Si un deportista, un directivo o un periodista pueden, y deben, profesionalizarse, ¿por qué no tendría que hacerlo un fan?
Ya viene el cuarto aniversario de esta columna que es para tí y valores tu papel en la industria deportiva. Quédate atento, porque habrá regalos. #Epa!
Fuente externa: Fan Datos de CID Consultoría