Tres generaciones de Cárdenas

Baste con estudiar en qué se convirtieron las 26 millones de hectáreas expropiadas, los ferrocarriles expropiados, la industria petrolera, también expropiada… 

Lázaro Cárdenas creó el sindicato de maestros… embotelló el movimiento obrero en la CTM, el campesino en la CNC y el de burócratas en la FSTSE.

“Tata Lázaro” acabó con la democracia sindical, con la división de poderes federales, controló en el puño militar de su mano al Congreso de la Unión y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación al ordenar el sentido de las sentencias. 

Francisco Martín Moreno Francisco Martín Moreno Publicado el
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Baste con estudiar en qué se convirtieron las 26 millones de hectáreas expropiadas, los ferrocarriles expropiados, la industria petrolera, también expropiada… 

Lázaro Cárdenas creó el sindicato de maestros… embotelló el movimiento obrero en la CTM, el campesino en la CNC y el de burócratas en la FSTSE.

“Tata Lázaro” acabó con la democracia sindical, con la división de poderes federales, controló en el puño militar de su mano al Congreso de la Unión y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación al ordenar el sentido de las sentencias. 

Censuró a la prensa a través de PIPSA cancelando la venta de papel a los diarios que lo criticaban, todo ello después del movimiento revolucionario en que México creía merecerse el derecho a disfrutar las mieles de la democracia. 

Hoy en día, el país de lo irreversible está secuestrado por el sindicato petrolero, el eléctrico, el de maestros y el de médicos. 

Cuauhtémoc Cárdenas encabeza la segunda generación de depredadores familiares. 

En sus años catastróficos como gobernador de Michoacán atrasó el desarrollo educativo de la entidad al prohibir la instalación de la Universidad La Salle y del Tec de Monterrey; emitió decretos de congelación de rentas que lastimaron severamente el crecimiento urbano de su estado, congeló las tarifas de transporte de pasajeros arruinando a las empresas que proporcionaban el servicio; frenó la construcción de casas habitación y estimuló la aparición de invasiones y asentamientos humanos irregulares en las principales poblaciones; desapareció el Consejo Universitario, provocó una prolongada huelga estudiantil y laboral al designar rectores paralelos para dar cabida al caos académico. 

Al igual que su padre, dio de baja a 14 de 16 magistrados designando a los nuevos funcionarios judiciales con arreglo al nepotismo y a la cercanía política, disparó el gasto corriente mediante la expansión del aparato burocrático, quebró organismos paraestatales y atrasó educativa y económicamente a Michoacán. ¡Uf…!

Lázaro Cárdenas Batel preside la tercera generación en términos no menos ruinosos. Él, al igual que su abuelo, su tío Dámaso y su padre –todos gobernadores de Michoacán–, también insistió en sepultar a dicho estado en el atraso. 

Conocido por sus paisanos no solo por su catastrófica gestión como gobernador, sino por su riqueza inexplicable y por haber pasado buena parte de su administración en Cuba aprendiendo a tocar el bongó en lugar de luchar por los desamparados, también dejó postrado a su estado natal secuestrado por la delincuencia organizada o no, para acabar de desbaratarlo al cancelar su desarrollo.

¿Más cardenismo? Ahora resulta que el ínclito y perínclito Cuauhtémoc está en contra de la reforma energética, de la reforma educativa, en contra de todo lo que implique progreso para México. 

¿Este siniestro personaje habrá visto reflejada su imagen en el espejo negro de Tezcatlipoca y deseará vengarse de todo lo mexicano y querrá pasar la eternidad en Mictlán, el infierno azteca, junto con toda la nación a la que dice adorar desde su piso en el Barrio Latino, en París?

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