Transparencia inconsecuente
Informes y escándalos son el pan nuestro de cada día. Así conocemos de abusos, excesos, torpezas y pifias de los improvisados carteles azules que se apoderaron de los puestos públicos, pero, como hace décadas, no pasa nada.
Gabriel Reyes OronaInformes y escándalos son el pan nuestro de cada día. Así conocemos de abusos, excesos, torpezas y pifias de los improvisados carteles azules que se apoderaron de los puestos públicos, pero, como hace décadas, no pasa nada.
Salvador Vega dio cerrojazo a los expedientes que lo involucraban a él y a su cónyuge en inconfesables deslices cobijados por el manto protector de los Pinos, poniendo en la picota a los fiscales que tramitaban la indagatoria respectiva. Ni siquiera el análisis de su situación patrimonial pudo armarse con explicaciones medianamente creíbles, dejando encubierta connivencia con el sector gasolinero, y, adquisiciones en su natal Michoacán sin explicación.
Cesar Nava y secuaces no han dado explicación de los arbitrajes y arreglos perdedores con los que miles de millones de pesos acabaron acreditando la incapacidad jurídica de los albicelestes, acostumbrados a vivir del trabajo ajeno. No obstante, su equipo sigue prestando servicios -ocultando su nombre- a diversas instancias públicas y a uno que otro socio político del calderonismo. Sus recomendados cambiaron de camiseta, pero gozan de cabal salud con disfraz tricolor.
La maestra y los ingenios azucareros seguirán surtiendo un estilo de vida que no fue ganado con esfuerzo profesional, sino con el coyotaje de angora. Sólo García Guadarrama piensa que su ex amigo no le pasaba asuntos por honesto, pero ahora ha caído en cuenta que fue al único de sus cuates al que no le lleno los bolsillos.
Juan Molinar no ha pactado con los deudos del ABC, ni ha impulsado reformas que permitan encontrar el “oficio” que supuestamente fijaba un precio mínimo de referencia para saquear a la Nación en la licitación 21. Pero sigue engolando la voz y poniendo precio a la concertacesión a la menor provocación.
Al apoderarse del PAN sometieron a Villareal, quien tantas colas tiene que pisar. Su labor es ya más acumular votos sobre pedido, que legislar. Pero, su trato osco, grosero y sobre todo impertinente con líderes del PRD tarde o temprano tendrá costo.
Todo mundo lo sabe y las pruebas están sobre la mesa, pero la avalancha de no ejercicios en la PGR hizo nugatoria la transparencia de ley. Ahora estamos peor, sabemos qué hicieron, cuánto se embolsaron, pero también que lejos de ser intocables, seguirán siendo invisibles.
Pero parece que no hay llenadero, el precio ha subido en el Senado.
Todo lo que algún día fue criticado por los panistas, es hoy parte de su historia. Pero aún así, de nada sirvió acumular averiguaciones en el cesto de la basura por seis años, Meade se la cobró a la ex Procuradora. No habrá embajada para quienes le enmendaron la plana.