Hace poco se discutió en el Congreso de la Unión, Cámara de Senadores y Cámara de Diputados, la Ley General para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
Sirva la reconstrucción del proceso como un caso de éxito de la sociedad civil sobre la importancia del diálogo y de la participación de todos, porque de algún modo todos somos senadores y todos somos diputados.
1 septiembre. El Senado recibe de presidencia la iniciativa y la turna a comisiones dictaminadoras.
29 de septiembre. El Senado aprueba la nueva ley sobre derechos de los menores modificando más de la mitad de los artículos y añadiendo el término “derechos sexuales y reproductivos”, la turna a la Cámara de Diputados para su aprobación definitiva.
23 octubre. La Cámara de Diputados, después de escuchar a las mayorías (más de 750 instituciones se oponían al concepto derechos sexuales y reproductivos) elimina el término “derechos sexuales y reproductivos” y se regresa el proyecto de ley al Senado.
5 noviembre. Con 76 votos a favor y 5 en contra y dos abstenciones el Senado aprueba la nueva ley cambiando el concepto “derechos sexuales y reproductivos” de los menores por el de “salud sexual y reproductiva” ahorrándose así un enorme desgaste social y político entendiendo que se trataba de un tema en el cuál los padres no iban a ceder jamás.
La clave fue escuchar, oír a las mayorías que decían esa ley no nos gusta: disminuye la patria potestad de los padres en materia de sexualidad; al no existir estos derechos (sexuales y reproductivos) en la Constitución de México el proyecto de ley es inconstitucional; inventa derechos que no son reconocidos por ningún tratado internacional; pretende que los menores de edad hagan uso y ejercicio de sus derechos, como si fueran mayores de edad y finalmente porque cualquier cosa será un derecho sexual, como tener relaciones sexuales consensuadas con adultos, abortar, cambiar de sexo.
Mención especial a los senadores que tuvieron la sensibilidad de escuchar a sus representados: PRI, Mely Romero Celis, Colima; Ismael Hernández Deras, Durango y Miguel Romo Medina, Aguascalientes. PAN, Héctor Larios Córdova, Sonora; José María Martínez Martínez, Jalisco; Victor Hermosillo, Baja California; Daniel Ávila Ruíz, Yucatán; Jorge Luis Lavalle Maury, Campeche; Cocoa Calderón, Michoacán; Martín Orozco Sandoval, Aguascalientes
Sonia Mendoza Díaz, San Luis Potosí y Mariana Gómez del Campo Gurza, Distrito Federal y Verde Ecologista de México María Elena Barrera Tapia, Estado de México.
Finalmente lamentamos la postura del senador Alejandro Encinas que, dando muestras de intolerancia, se opuso de mala manera a la eliminación de concepto derechos sexuales y reproductivos faltando a los más fundamentales principios de la ética legislativa al mofarse de quienes se dirigieron a él para expresar su punto de vista.
Bueno, cómo no estaría de presionado el señor Encinas que en vez de dar razones inteligentes y democráticas perdió estilo mezclando la urgencia de su aprobación hasta con razones económicas y presupuestarias para terminar agrediendo a sus colegas diputados y llamando mentirosos a quienes no piensan como él.
La seguridad y claridad del discurso de un parlamentario es siempre directamente proporcional a la cercanía que tenga con sus representados.
Usted decida.