Desde el momento que se decidió sustituir a la antigua dirección del TEC por una nueva, ninguno de ellos EXATEC, alguien no calculó que la transformación ofendería a mas de uno. Principalmente porque viene de la mano de personas, si exitosas, si profesionales, si bien intencionados, pero que cargan otra alma mater.
Pero ¿por qué pensar que el TEC requería un cambio?
No fueron los planes de estudio, ni la falta de profesores preparados, tampoco fue la falta de egresados exitosos. Las mismas estadísticas muestran que al día de hoy: 17 por ciento de las empresas mas importantes son dirigidas por un EXATEC, lo mismo que 13 por ciento de los gobernadores. Y un gran porcentaje son dueños de sus propios negocios.
Lo que comenzó todo el problema fue que a la muerte de los grandes bastiones que dieron origen a la fama de Monterrey como ciudad emblemática de México, se comenzó a sentir un vacío de líderes.
A esto se le sumó el estallido de una inseguridad descontrolada, provocada por una sociedad desesperada, desordenada, que perdió el eje y lo peor, perdió la esperanza de un mejor mañana.
México se plagó de corrupción, no solo en todos los órganos de gobierno, también en las empresas, en donde la generación de utilidades a costa de todo ha hecho empresarios avaros, financieros codiciosos, hasta doctores que son capaces de inventar una operación para cumplir con su cuota
¿Qué tipo de líderes están forjando las universidades del país?
Las universidades, todas en su conjunto, no solo el TEC, no habían entendido que mas que dotar de conocimientos técnicos, su responsabilidad va hacia la creación de verdaderos líderes sociales. Gente que sobre salga, por su preparación académica, pero mas aun por su interés a su comunidad.
Es verdad que era necesario orquestar un cambio, redirigir los esfuerzos. Si alguna vez Don Eugenio vio en el TEC una maquina para tener empleados bien preparados, eso tenía que cambiar.
No era necesario cambiar el logo, ni hacer bailes de felicidad cual Glee. Por el contrario, El 2 por ciento de los jóvenes privilegiados que logran acceder a una preparación profesional, tienen que velar por los 50 millones de pobres que tiene este país. Y lo tienen que hacer retomando los valores de honor, ética, respecto y compromiso.
Generar riqueza, pero engranada con la comunidad y en respeto al medio ambiente.
Creo que algo bueno también lo hubiera podido hacer un EXATEC. Las cosas son mas fáciles cuando todo queda en familia.