Tiro con narco

No es reflejo para nada de la gestión de un gobierno experto en dilapidar recursos públicos y dar resultados por debajo de los gastos realizados.

Sería interesante oír el agradecimiento que darían al gobierno los deportistas galardonados con esas 7 medallas, para saber si opinan que el apoyo de las instancias oficiales algo tuviera que ver en sus logros, o bien, si a pesar de las trabas y obstáculos impuestos por la burocracia pudieron llegar a competir y medirse a nivel internacional.

Gabriel Reyes Orona Gabriel Reyes Orona Publicado el
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No es reflejo para nada de la gestión de un gobierno experto en dilapidar recursos públicos y dar resultados por debajo de los gastos realizados.

Sería interesante oír el agradecimiento que darían al gobierno los deportistas galardonados con esas 7 medallas, para saber si opinan que el apoyo de las instancias oficiales algo tuviera que ver en sus logros, o bien, si a pesar de las trabas y obstáculos impuestos por la burocracia pudieron llegar a competir y medirse a nivel internacional.

Recientemente se publicó que alguna universidad texana pensaría en Calderón como docente, lo cual es una muestra de su desesperación o bien, de un desplante mercadológico hacia los muchos mexicanos que pretenden estudiar en el extranjero. 

No obstante, ello nos invita a reflexionar qué cátedra podría impartir el saliente. 

Algunos dirían que habría que analizar su paso por el sector público, pero por supuesto, recordando que Crimen Desorganizado, Derramamiento de Sangre, Despilfarro Presupuestal o Camorrismo Sindical, no son materias universitarias, aunque en ellas sea un experto Calderón Hinojosa. 

Oratoria, podría sonar viable, pero no a nivel universitario, sino que quedaría para el High School. Sin embargo, difícilmente Calderón podría ser invitado a ese nivel, ya que claramente sería incapaz de controlar a un grupo de adolescentes, como jamás pudo poner orden en su gabinete.

Si uno da un vistazo rápido a sus iniciativas se dará cuenta que prácticamente éstas solo abordan aspectos secundarios o superficiales, y que sus cacareadas reformas no fueron sino chispazos y ocurrencias energéticas, de competencia o en materia electoral. Y que sus propuestas apuradamente colmaron caprichos o intereses cupulares, sin que ninguna reforma aprobada pueda ser considerada –siquiera por asomo– estructural. Entendiendo por ello que incidan de manera sustantiva y profunda en las instituciones del estado, su forma de operar o en la administración de bienes o servicios públicos.

Hasta la enmienda de amparo se publicó con el “obedézcase, pero no se cumpla”.

Lo único que sin duda se fomentó y creció desmedidamente en esta administración fue el narco, donde ninguna potencia mundial opaca a nuestro país, el cual gracias al panismo es ya líder internacional en la materia, contando con amplia competitividad en crimen organizado.

Los cárteles mexicanos son considerados problema de seguridad nacional en varios países, mientras que en lo único en que Felipe tiene razón es que nada va a mejorar en tanto no haya policías depuradas. No obstante que no haya sido capaz de reconocer que con él las policías y las estructuras de combate al narco, fueron sistemáticamente infiltradas, siendo su período donde más se envició el cuerpo de seguridad pública y en el que no se compadeció el nivel de gasto con el de la baja de índices delictivos.

La estrategia que desarrolló sobre las rodillas para justificar el sacar las tropas y mandar así amenaza velada al plantón de Reforma, solo derivó en que cada que cortó una cabeza surgieran dos o más, y que con ello multiplicará el número de cárteles, dando nacimiento a Los Zetas y acogiendo con brazos abiertos a las maras centroamericanas. 

Pero lo que nadie puede negar, es que sobre tiros con el narco sí podría impartir conferencias magistrales, aunque tal actividad a nada lleve. 

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