Tiempo para todo
Parecería que no solo a los marchantes les interesa mantener el movimiento en las primeras páginas. Muchos otros temas están pasando completamente de noche. No debe desconocerse la gravedad de los asuntos relacionados con desapariciones o ejecuciones, pero tampoco debe ser lo único que tenga a la vista la ciudadanía. Guerrero está tan mal como Tamaulipas, solo es cosa de escarbar, y no por ello se cerrara la agenda nacional hasta que se dé solución a esos temas.
Gabriel Reyes OronaParecería que no solo a los marchantes les interesa mantener el movimiento en las primeras páginas. Muchos otros temas están pasando completamente de noche. No debe desconocerse la gravedad de los asuntos relacionados con desapariciones o ejecuciones, pero tampoco debe ser lo único que tenga a la vista la ciudadanía. Guerrero está tan mal como Tamaulipas, solo es cosa de escarbar, y no por ello se cerrara la agenda nacional hasta que se dé solución a esos temas.
El procurador lejos de mandar un extraño mensaje tranquilizador al comprobar que no se trataba de los normalistas, debió escandalizarse y preguntarse quienes eran los ahí enterrados y por qué causa. Pero no, el tema en boga es lo único que importa. Fosas y más fosas, pero sólo se investigan las muertes de los titulares.
Pero un país es algo más que conferencias de prensa, la situación de económica da para preocuparse y ocuparse, mientras que los policías hacen su trabajo.
La deuda pública hace rato tomó una ruta inconveniente y todos los tecnócratas la siguen arrumbando bajo el tapete de una cómplice reserva de activos internacionales que se viene usando como colateral, al gusto de los “inversionistas extranjeros”, que no son sino los mismos representantes del agio internacional que han amasado fortunas de la mano de “economista brillantes” que dejan los puestos públicos para acabar en la nómina de los beneficiarios sexenales.
O peor aún, quedándose con las empresas que beneficiaron, como Luis Ramírez Corzo. Por lo pronto, PEP, de donde salió, ya paga los platos rotos, en tanto que el ex directivo presume de controlar desde afuera el organismo.
La Ley de Ingresos pasó de noche, conteniendo nuevamente asuntos que demuestran el desorden, la improvisación y la arrogancia en grado de doctorado.
Isabel Trejo dejó que la discrecionalidad, pero sobre todo, la flexibilidad que todo lo acomoda y explica, permite que se siga hablando de abundancia cuando los estados sólo ven pobreza.
Ninguna explicación se pidió, no obstante que los azulejos se rasgan las vestiduras con el IVA en frontera, dejaron sin aclarar el tema de las devoluciones que hacen estragos en todo el país, y cuyo manejo, está creando más desempleados que los puestos que la política de empleos dice generar.
El desbalance financiero entre las empresas productivas de estado y la caja general, se ha logrado contener por algunas semanas, pero será inevitable que el primer trimestre del año entrante muestre su más desgarrador perfil.
La incompetencia en la Cámara de Diputados en asuntos de finanzas públicas rebasa aquella de López Portillo, aunque ahora el cinismo no tiene como móvil aquel servilismo presidencial, sino una gran trama de intereses empresariales que sabe tensar los hilos de cada curul.
Aunque parezcan distantes aires de contra-reforma vendrán desde el mismo gobierno, cuando vean el cobre asomar en las leyes aprobadas.
Siguen pensando estos legisladores que pasaran a la historia, también yo lo creo, pero no será por algo grato.