Vamos a ver en qué termina la solicitud de un grupo de mujeres militantes de Acción Nacional, quienes han exigido al aún dirigente, Marko Cortés, que las fórmulas que en su momento compitan para sucederlo sean exclusivamente conformadas por mujeres.
En un partido en el que, a pesar de cierta apertura en los últimos tiempos, sigue habiendo grupos muy conservadores, la tarea no parece sencilla, aunque el hecho de que ya se haya puesto sobre la mesa, y la respuesta que exista por parte del Comité Ejecutivo Nacional, y de los integrantes de la comisión que organizará el proceso interno, revisten un interés muy particular. Ya otra cosa serán los compromisos y acuerdos que se hayan tomado y los intereses de los personajes en el poder, claro.
En Morena, el partido predominante a nivel nacional, ya dos mujeres levantaron la mano para dirigir al partido. ¿Veremos también una mujer al frente de la segunda fuerza política?
Trayectoria que respalda
Nos recuerdan que, quien será titular de la Secretaría de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo, lleva años vinculado al tema educativo, pues como secretario de Educación de la Ciudad de México implementó el programa de becas Prepa Sí, el cual posteriormente el gobierno de la 4T retomó a nivel nacional, bajo el nombre de Becas Benito Juárez, apoyos que serán un pilar en la próxima administración.
Tampoco se puede obviar, nos dicen, que mientras fue coordinador del grupo parlamentario de Morena en San Lázaro impulsó y encabezó la reforma educativa de este sexenio, la cual contó con el respaldo del magisterio y la mayoría de sectores educativos.
Herramienta en desarrollo
Con el nuevo Registro Nacional de Obligaciones Alimentarias, la exhibición de los deudores morosos tendrá ahora más consecuencias, pues no solo no podrán postularse a cargos de elección popular, sino tendrán restricciones en otros trámites como el pasaporte, visa e incluso ante un notario público.
Sin embargo, el mayor reto es brindarle las herramientas a las y los acreedores para que decidan ir a juicio. En muchos casos, la falta de conocimiento legal e incluso el miedo a un violentador, hacen desistir de las demandas. Veremos cómo se avanza, pues el desafío es mayúsculo.