Tesla: la falsa promesa de progreso

Tesla ha tenido multas y sanciones en países como Estados Unidos y Alemania por no respetar la ley, y si eso ocurre en naciones con fuerte procuración de justicia, ¿qué nos espera aquí donde a los contaminadores no se les toca ni con el pétalo de una rosa?
Guillermo Martínez Berlanga Guillermo Martínez Berlanga Publicado el
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Hace casi cuatro años el Centro Mario Molina hizo un estudio del aire en Monterrey, y al analizar las emisiones de contaminación de la ciudad, calculó que de no hacerse nada al respecto, para el 2030 las partículas PM 2.5 aumentarían un 71 por ciento, el óxido de azufre se incrementaría un 80 por ciento, el óxido de nitrógeno subiría en un 63 por ciento, y los compuestos orgánicos volátiles un 47 por ciento. Es decir, toda una tragedia en materia ambiental.

Estas estimaciones se hicieron sin tomar en cuenta las posibles nuevas empresas, que con su producción aumentarían aún más la contaminación. Esto es muy peligroso si se considera que el propio gobierno ya reconoció que el 44% de los cánceres de pulmón se deben a la polución atmosférica.

Nuevo León es el segundo estado con mayor incidencia de casos de cáncer, y prácticamente todos los tipos de cáncer se han incrementado, siendo los niños y los adultos mayores los más vulnerables.

La promesa de Tesla en Nuevo León es un arma de dos filos, que volverá a poner el desarrollo redituable por encima de la sostenibilidad. Hay que recordar que Tesla ha tenido multas y sanciones en países como Estados Unidos y Alemania por no respetar la ley. Si eso ocurre en naciones con fuerte procuración de justicia, ¿qué nos espera aquí donde a los contaminadores no se les toca ni con el pétalo de una rosa?

Si la tendencia se cumple como lo dijo el ganador del Nobel Mario Molina, y si se permite que Tesla opere en la entidad, nuestro aire estará irremediablemente condenado a contaminarse a niveles extremos.

Hay quien dice que Tesla traerá empleos y dinero, pero también va a traer contaminación y cáncer. ¿Hasta qué punto valen más unos cuantos empleos que la salud de la población en general?

Al problema del aire hay que sumarle el del agua. Si bien se dice que Tesla usaría agua tratada, está el caso de la planta en Alemania la cual consume 1.4 millones de metros cúbicos anuales, lo que ha causado problemas para que la fábrica se expanda debido a la preocupación gubernamental por el posible desabasto para consumo humano. ¿Qué podemos esperar en Nuevo León, donde llevamos más de un año en una grave crisis hídrica?

Hay que recordar que 13 de nuestros 23 acuíferos están abatidos, que nuestras presas tienen hoy menos agua que hace un año, y que los pozos subterráneos no están dando lo esperado.

Ante todos estos datos solo me queda pedirle al público que reflexione. ¿Cómo puede ser considerada Tesla progreso si contaminará mucho más nuestro aire, trayendo más enfermedades como el cáncer? ¿Cómo podemos llamarle progreso a quedarnos sin agua para beber? Si durante 30 años ninguna empresa ha respetado las leyes ambientales, ¿por qué Tesla habría de ser diferente, considerando sus antecedentes?

En Nuevo León no hemos entendido que el medio ambiente es finito, que el aire que respiramos no es sano y que nos está matando, que nos estamos quedando sin agua, que todo lo que se decía desde hace 30 años y se consideraba ficción es hoy una realidad. Tesla es una falsa promesa de progreso.

 

Twitter: @GMtzBerlanga

 

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