La llegada de Tesla es sin duda un hito en la historia del crecimiento de la Zona Metropolitana de Monterrey. Son amplios los segmentos de opinión que esperan tenga efectos económicos y de desarrollo significativos, porque consideran que la venida de una empresa tan importante en la industria automotriz puede impulsar la economía local y crear empleos para los habitantes de la ciudad y la región.
Sin embargo, es pertinente decir que su establecimiento no determina en automático que la creación de empleos y el aumento de la actividad económica se traducirán en una mejora de la calidad de vida, si consideramos que no hace mucho, con la llegada de la armadora Kia, las condiciones del entorno social de quienes residen en su zona de influencia aún son con amplias carencias sociales.
La llegada de Kia al municipio de Pesquería, al norte del área metropolitana de Monterrey, trajo un crecimiento desordenado que se mantiene hasta el día de hoy. La falta de regulación adecuada por parte de las autoridades ha resultado en un aumento progresivo de la población, quienes padecen problemas graves de movilidad, falta de infraestructura básica y servicios primarios básicos, situaciones de inseguridad y un deterioro del medio ambiente.
La llegada de Tesla plantea preocupaciones sobre el impacto que podría tener en la ciudad y su población. Si bien el crecimiento económico y la creación de empleo son factores positivos que pueden derivar de la llegada de una empresa de esa condición, también es importante tener en cuenta la necesidad de evitar los problemas de la gestión pública inadecuada que surgieron en el caso de Kia.
El anuncio donde se ha informado que la llegada de Tesla a la Zona Metropolitana de Monterrey podría impulsar la construcción de más de 10 mil casas en los próximos años; puede ser positivo para la industria local de la edificación, pero establece desafíos importantes en términos de planificación urbana y desarrollo sostenible.
Los gobiernos deben garantizar que la construcción de estas casas se lleve a cabo de manera planeada y responsable, tomando en cuenta el impacto en el medio ambiente, la calidad de vida de los residentes y la infraestructura necesaria para soportar el aumento de población.
También es importante considerar el impacto social y económico de la construcción de estas casas en las comunidades locales, especialmente en términos de gentrificación y desplazamiento de comunidades ya establecidas. Las autoridades deben trabajar con las comunidades locales para garantizar que se tomen en cuenta sus necesidades y se aborden sus preocupaciones en el proceso de planificación.
Es cierto que puede haber suficiente cantidad de agua tratada disponible para satisfacer las necesidades de Tesla, pero es importante considerar cómo se está distribuyendo este recurso y si se están tomando medidas efectivas para garantizar su sostenibilidad en la ciudad. Resulta preocupante que el gobierno de Nuevo León esté impulsando la ampliación de la infraestructura de suministro de agua tratada para Tesla, sobre todo si no se hizo lo mismo durante el periodo de escasez histórica de líquido para consumo residencial en 2022.
Durante ese tiempo, la administración de Samuel García era consciente de la necesidad de aumentar la red de distribución de agua residual tratada con el objetivo de regar áreas verdes y reducir el uso de líquido destinado a ese fin procedente de pozos subterráneos, pero no lo hizo. Este hecho sugiere que el gobierno está más interesado en servir al capital y a los intereses de la empresa, que a las necesidades de la comunidad en general.
Es importante reconocer que la llegada de Tesla y más casas a la región no es necesariamente la solución para el desarrollo de la ciudad, porque el crecimiento urbano desordenado siempre tiene consecuencias negativas para la calidad de vida de los habitantes y el medio ambiente. Por ello es urgente que los gobiernos municipales de García y Santa Catarina en Nuevo León actualicen sus planes municipales de desarrollo urbano, previendo escenarios adversos asociados a la llegada de la armadora de autos.
Además, el gobierno de Nuevo León podría realizar un ordenamiento ecológico local que aborde las necesidades de la región de manera integral, considerando aspectos como el uso del suelo, la calidad del aire y del agua, el manejo de residuos y la conservación de áreas verdes.
Es importante destacar que actualmente parte de la industria auxiliar asociada a Kia en la región está generando graves problemas de contaminación del río Pesquería, donde empresas vierten depósitos de grasas y aceites en su cauce, lo que ha tenido un impacto negativo en el medio ambiente y en la calidad de vida de la población. Aunque Tesla no utiliza hidrocarburos en su producción, es fundamental que se garantice que los establecimientos que le darán soporte a sus procesos adopten prácticas ambientales responsables y sostenibles, validadas por los tres niveles de gobierno.
A pesar de que la llegada de Tesla a Monterrey puede representar oportunidades económicas significativas para la ciudad y la región, es importante reconocer que el crecimiento de ese tipo a cualquier costo no es sostenible. La experiencia previa con la llegada de Kia a la región es un recordatorio de los riesgos de un crecimiento desordenado sin la regulación adecuada por parte de las autoridades, escenario que debemos rechazar para nuestra ciudad.
Represión y tiranía
La respuesta del gobierno de Samuel García a las protestas de habitantes de las comunidades de Cerro Prieto, San Isidro y El Coconal, en Linares, Nuevo León, debidas a la exigencia de indemnizaciones por la pérdida de sus derechos de agua a favor de mayores volúmenes en la presa Cerro Prieto, que abastece para consumo humano en Monterrey, fue de represión y escaso diálogo, por el envío de patrullas de Fuerza Civil, coordinadas con militares.
Esta no es la primera vez que el gobierno de Samuel García recurre a la intimidación para hacer frente a las demandas legítimas de la ciudadanía. Su gobierno ha utilizado la fuerza para reprimir manifestaciones como en el caso de las movilizaciones feministas, donde se han denunciado violentas golpizas por parte de su brazo policiaco contra las mujeres que protestan.
Este tipo de actitudes autoritarias son incompatibles con la democracia y el respeto a los derechos humanos, y muestran una falta de capacidad para abordar los problemas de la sociedad de manera pacífica y constructiva.
Twitter: @tonyo_hernandez