Braulio tiene ocho años y su estómago no puede absorber la comida, no funciona. Su cuerpo se marchita poco a poco. Tiene los días contados. Pero sigue siendo un niño y juega, y tiene sueños.
Hace unos meses pudo hacer realidad uno de esos sueños: conocer en persona al futbolista mexicano Henry Martín, de las Águilas del América, quien llegó al hospital disfrazado de doctor.
Días después, con el permiso de sus médicos, Braulio fue a un partido en el estadio Azteca. Entró a los vestidores y le dio palabras de ánimo a todo el equipo antes de salir a jugar contra el León, en los cuartos de final. Pudo bajar a la cancha y habló con Henry antes del partido. Fue el gran amuleto y el América ganó.
Los sueños de Braulio y de cientos de niñas y de niños se han hecho realidad gracias a la Fundación Dr. Sonrisas, creada en 2003 por Andrés Martínez, que recibe donativos en dinero y en especie de diferentes personas, empresas e instituciones para crear momentos de esperanza y diversión a pequeños con alguna enfermedad crónica que pone en riesgo su vida.
Con 21 filiales en México, cuatro en Centro y Sudamérica y una en Estados Unidos, Dr. Sonrisas ha recibido y recibe apoyo de empresas como Google, Disney, RIU Hoteles, Shein y Cisco. Es una Asociación Civil con tan buenos resultados que el IPADE la eligió como caso de éxito.
Receta para familias quebradas
Después de más de 20 años haciendo realidad los sueños de los niños, Andrés se dio cuenta que aún había trabajo por hacer: ya no sólo alegrarle la vida por un momento a un niño o niña, sino también regalar un poco de alegría y esperanza a las familias quebradas de los pequeños.
“Son enfermedades que como familia te unen o te destruyen. Y tristemente a la gran mayoría de las familias con las que nosotros trabajamos las acaba destruyendo. ¿Por qué? Porque no nada más es la enfermedad, sino que tienen que lidiar también con problemas de pobreza, de separación, de alcoholismo, de violencia”, explica.
Así, en 2019, Andrés comenzó la construcción de Mundo Imáyina, un parque de diversiones al estilo Disneyland, creado para que niños con enfermedades crónicas, avanzadas o terminales y sus familias puedan pasar tres días de experiencias como espectáculos, juegos mecánicos, balnearios y muchas sonrisas.
Con una inversión de 400 millones de pesos y el apoyo de marcas como Cemex, Rotoplas, Helvex, Sherwin Williams, Interceramic, Tramontina y St. Regis, Mundo Imáyina ya está operando en un espacio de cinco hectáreas en Jojutla, Morelos.
“Tenemos que hacer algo para que las familias, pase lo que pase con este tratamiento y con esta enfermedad, permanezcan unidas”, dice.
Pero Andrés no se quedará quieto. Ahora trabaja ya en un tercer proyecto para construir en Tlaxcala un hospital para niños con enfermedades terminales.
Para este hombre con nariz de payaso color azul la razón de estar aquí en el mundo es muy clara, y nos lo recuerda con una frase de Cantinflas: “La primera obligación de todo ser humano es ser feliz, la segunda: hacer felices a los demás”.
Genaro Mejía es periodista de negocios, consultor en comunicación y contenido estratégico, speaker y LinkedIn Top Voices Latam.