Sería cínico y simplista decir que la captura de ‘El Chapo’ Guzmán tendrá únicamente un impacto positivo en la imagen del Estado mexicano y en un duro golpe a la estabilidad del Cártel de Sinaloa…
Pero todavía queda tanto camino por recorrer para reducir las condiciones de criminalidad del país, que podría ser peligroso sobre-festejar dicha captura.
Los problemas sistemáticos de criminalidad no se resuelven atrapando a los ‘directivos’ que operan las organizaciones. Sino cambiando el contexto de mercado para que sea imposible encontrar prácticas ilegales generalizadas.
Aunque a veces no sea consciente, existen dos reglas fundamentales en el proceso de la toma de decisiones: la gente responde a incentivos y en cualquier decisión se sopesan el riesgo y el beneficio.
Así, para entender (y manipular) el funcionamiento de cualquier mercado es necesario identificar claramente estas tres variables
Si la demanda por estupefacientes en Estados Unidos sigue creciendo, y las condiciones de seguridad en las fronteras no mejoran (sistemas de vigilancia, corrupción de agentes aduanales, etc.) el incentivo por cruzar las drogas hacia Estados Unidos seguirá vigente y será mayor al riesgo temido por captura.
Al ver pocas posibilidades de un sólido futuro en el mercado laboral formal, los jóvenes tendrán el incentivo de unirse a los cárteles para ganar dinero fácil. Si aunado a esto, seguir estudiando no promete mucho, mayor es el incentivo por desertar la escuela.
Como en estos dos casos, existen incentivos, riesgos y beneficios que rodean toda la telaraña del narcotráfico: en la distribución, venta, ingreso de personal, control de plazas, etc.
Así que la estrategia debe de ir encaminada a entender claramente estas variables para poder llevar a cabo una estrategia integral de freno a la ilegalidad.
Con un mercado ampliamente desarrollado, es impensable que el funcionamiento de la ilegalidad dependa más en líderes poderosos que en estructuras institucionales.
Por poner algunos ejemplos, para desincentivar las actividades criminales debería existir una mejor perspectiva de las condiciones laborales ofrecidas en el mercado formal.
Para intensificar el riesgo de pertenecer a dichas actividades tiene que haber una profunda limpia en el Estado de Derecho para mejorar el papel de los juzgados y las autoridades policiales.
Para reducir el alto rendimiento de las actividades ilegales, se deberían reforzar los esfuerzos anti lavados de dinero para que las finanzas de los cárteles no tengan capacidad de maniobra.
Es verdad, la captura muestra un avance en el tema de eficacia operativa de las fuerzas de seguridad y muestra una señal en contra de la impunidad.
Pero si se pretende acabar con la inseguridad, es necesario que los esfuerzos prioritarios vayan en dirección de los arreglos institucionales y no solo en la caza de criminales.
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