Vivir Quintana plasma en sus canciones la indignación que sienten las mujeres frente la violencia machista

Sin Miedo

“Teníamos dos opciones: estar calladas y morir o hablar y morir, y decidimos hablar” Malala Yousafzai “Canción sin miedo” es una de mis favoritas, quizá porque la cantautora Vivir Quintana supo hacer una traducción del coraje cívico y la indignación que se siente frente a las violencias del machismo y la misoginia, ¡qué impotencia frente […]

“Teníamos dos opciones: estar calladas y morir o hablar y morir, y decidimos hablar”

Malala Yousafzai

Canción sin miedo” es una de mis favoritas, quizá porque la cantautora Vivir Quintana supo hacer una traducción del coraje cívico y la indignación que se siente frente a las violencias del machismo y la misoginia, ¡qué impotencia frente a esta crisis de injusticias hacia las mujeres por la que atraviesa el país!

Pero hay algo que también me inspira esa canción. Vivir Quintana habla de esa fuerza que se siente cuando ya te “han robado todo o quitado todo”. Es, como decimos en Mujeres en Movimiento: La fuerza de las Mujeres. Quienes aparecemos insistentes en esta lucha que no termina; que vamos acumulando quejas profundas, pero que también ponemos soluciones sobre la mesa; que estamos indignadas, pero que sabemos cómo crear redes de apoyo y otras maneras de cuidarnos unas a otras.

Porque si hay algo que está demostrando el movimiento feminista es que ya no estamos dispuestas a que nos silencien. Al contrario, hemos decidido tomar las riendas por nuestro propio esfuerzo. Así por ejemplo, tenemos a las Patronas que proveen de comida a migrantes; a Womerang A.C. que promueve y defiende la igualdad salarial; o a Olimpia Coral Melo, una mujer joven que ha organizado a la sociedad civil, colectivas y legisladoras en la causa que necesitábamos: definir violencia digital y sus sanciones.

Ahí también están las empresarias como Araceli W. Chong que además destaca por abrirse camino en el mundo de la tecnología o las filántropas como Liliana Melo de Sada que encabezan uno de los movimientos culturales y artísticos más grandes del norte del país. Pero también están las madres de las personas víctimas de desaparición forzada como Lourdes, Lety y Leo que desde hace más de una década no han parado de buscar a sus hijos. O las defensoras del medio ambiente, Camila es una joven que inició en México el movimiento “Fridays for Future” y que cuando la recibí en mi oficina del Senado de México, supe que tenemos esperanza.

Sin miedo. Esto es lo que ha creado el machismo: mujeres que no se dejan, que luchan, que gritan, que hacen, que ahora mismo estamos transformando a este país en tanto se puede leer esta columna.

Las senadoras de la Legislatura de la Paridad pasaremos a la historia por nuestra defensa de la paridad, la igualdad salarial, los derechos político-electorales y nuestra generosa manera en cómo hacemos política de manera distinta. Ahí entre nosotras: las excandidatas presidenciales Patricia Mercado y Josefina Vázquez Mota, las grandes artistas Susana Harp y Jesusa Rodríguez; la feminista de todos los tiempos Malú Mícher, la institución Beatriz Paredes y las aguerridas voces de mujeres que han hecho la férrea defensa del bloque opositor: la ‘Wera’ Reynoso, Xóchitl Gálvez, Kenya Lopez Rabadán, Martha Márquez, Veronica Martínez, Lupita Saldaña, Verónica Delgadillo, Silvana Beltrones. Me faltan nombres.

Nosotras.

Las que “cantamos sin miedo” con mucha fuerza.

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